Este poema está compuesto por letras que podrían inspirarte a crear tus propias historias; continúa leyendo…
Si hoy un amigo me dijera que éste ha de ser nuestro último encuentro, entonces lo creería.
Te despediría de la misma manera en la que tú me enamoraste.
Empezaría por abrazar los tres trillones de complejidades que te conforman, con una fuerza desgarradora, atosigante y desesperada.
Continuarían el camino mis ojos y mis manos; al tocar cada detalle de tu cara enrojecida con mi mirada, y recordar el tacto de tu piel húmeda y almidonada.
Cerraría mis ojos para dejar mis lágrimas caer y, casi como un elixir de memorias, atesorar cada recuerdo, latente, glorioso e irrepetible.
Accederían mis tímidos labios a tocar los tuyos, como un sellador fiel de promesas que se desvanecen tan rápido como un beso y, paradójicamente, se desean como tal.
Olvidaría cada uno de tus errores y lloraría, casi como si perdiera un tesoro carbonizado, valioso, complejo y único.
Diría, irremediablemente, mil veces esas cinco letras entrópicas, casi como un grito de auxilio o una canción desesperada.
Aunque, pensándolo mejor…
Si me dijeran que este ha de ser nuestro último encuentro,
Entonces dedicaría mi vida entera a reencontrarte.
**
Los verdaderos amores son aquellos que a pesar de no estar, su presencia es incuestionable, la memoria siempre nos taladrará con su recuerdo, por esa razón te compartimos 4 poemas para comprender que somos presos de la memoria.