Esta es una carta enviada desde el futuro, porque en el futuro nos damos cuenta de que el amor ahí sigue. Enterrar a alguien en nuestra memoria es algo que a veces ni siquiera el tiempo puede lograr, pero mientras tanto nos queda tratar de sanar las heridas y sonreír al futuro. Y desde ese futuro nos escribe Astrid Arbildo.
DESDE AQUÍ TE ESCRIBO
Te escribo desde el futuro, ese futuro donde nuestros labios ya no descansan al filo de una copa de vino. Te escribo desde un mañana que parece incierta para que dejes atrás los miedos y las dudas. Te escribo pasadas las tempestades porque pronto un sol implacable se alzará en nuestro cielo.
Te prometo que dejaré de escapar, ya no tendrás que sortear las sombras en una calle oscura durante la madrugada tratando de seguirme el rastro. Ahora me encontrarás recostada entre tus brazos.
Ya no habrán besos perdidos al borde una acera. Caminaremos juntos, me encontrarás al filo de tus labios y descubrirás que tus huidizas manos encajan perfecto con las mías.
No te prometo el paraíso de inmediato, atravesaremos unos cuantos infiernos. Nos condenaremos a la distancia, firmaremos pactos de olvido y tendremos frío. Declararás mi exilio de tu memoria, te despedirás todas las veces que te sean posibles, cerrarás todas tus fronteras, levantarás un muro de Berlín. Mientras tanto, trataré de perderme en alguna canción, o establecer mi morada permanente en algún bar del centro de la ciudad para adormecer el alma y aplacar a las bestias. Pero no servirá de nada, te escribiré para saciar mis ganas de ti, te pensaré a cada instante y te extrañare como cualquier cobarde.
Daremos pasos en falso. Iremos a lados opuestos del mundo, pero terminaremos llegando al mismo lugar. Te sorprenderás. Un día dejaremos de sentirnos vencidos y le haremos frente al destino, jugaremos nuestras propias cartas.
Sé que hoy parece que nada saldrá bien. Sin embargo, ten por seguro que nuestros yo del futuro sabrán cómo resolver el asunto. Deja de atormentarte buscando respuestas, no hagas más planes ni hagas uso de tus tribunales para declararme culpable y condenardme a algún rincón oscuro de tu mente.
Amor mío, ya no intentes adelantar las manecillas del reloj ni le des puñaladas a nuestro amor, pronto habremos de estar juntos.
Confía, deja al tiempo hacer lo suyo, que de cualquier modo estaré aquí esperándote con un cesta de frutas y besos.
**
Inspírate leyendo estos poemas de amor. Y si ya te decidiste a escribirle a la persona que amas, aquí te damos algunas sugerencias para hacer cartas de amor muy originales.