a José Emilio Pacheco
Obituarios que dan vida a las redes
fiesta endogámica de fraseo estéril
manos en la nuca
en los oídos
en los ojos
en la oscuridad
un murmullo vergonzoso
como escondiéndose del viento:
“este día no tiene remedio”.
Salgo
a una cuadra, fente al parque
olor a aceite quemado
comerciante eterno
inmovilidad informal
al lado camina él
-¡es él!-
pantalón gris de casimir
camisa chaqueta zapatos de barro primigenio
comisuras que hay que violentarlas
para que no piensen
no se apiaden
de todos.
No más dignidad desde lo precario ni desde lo sublime
dignidad desde ese blanco cabello
que sigue en pie de lucha
desde el otro desierto.
voy a leer sólo gente muerta
para que nunca se mueran.