Decía Jorge Luis Borges que somos nuestra memoria, ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos que dan forma a lo más preciado de la vida: nuestro recuerdos, las cadenas que nos atan o liberan de lo que nos duele, nos vibra, nos mata o nos hace avanzar. La memoria, entonces, se convierte en productora de identidad en el individuo, pero su exceso de recuerdos incontrolables nos vuelve sus prisioneros.
Los poetas son, quizá, los eternos prisioneros de la memoria, porque ellos más que nadie pierden la posibilidad del olvido, pero seguramente no les importa, porque su fascinación por recordarlo todo se volvió su forma de vida.
La poesía, en torno a la memoria, parece explorar los extremos para evidenciar posibilidades de la experiencia con el pasado en los individuos. Esos pasados tormentosos, esas piedras que se niegan a soltar el tobillo, la muñeca o lo que sea y los ancla como una astilla que se resiste a soltar el barco.
Esta es una celda en la prisión en la poesía de Karla Hill, quien no es ajena a esa condición de la vida, lo cotidiano, lo que marca su vida. Su más reciente trabajo, Desluz, detona porque toma nota. Anota lo ominoso, lo indecible, lo desordenado que subyace en cada objeto –sea real, sea psíquico– que nombra.
Karla decidió enfocarse y recordar todo lo que mira, y lo mantiene en la memoria a través de las palabras, los versos, las rimas, las cuentas.
A través de su trabajo, la poeta mexicana nos recuerda que lo que nos pertenece es el deseo, el deseo por la vida y por no olvidar los pequeños detalles; pero el deseo no doma; el deseo es redoma: es receptáculo de algo incapturable, de una sustancia química sin poso posible, sin de- pósito alguno donde escanciar y descansar. Es eso lo que lucha por salir. Lo callado, lo encallado, lucha por salir.
Editorial Xolo publicó el primer poemario compuesto por 33 creaciones literarias en las que Karla nos adentra a su mundo. Un microcosmos donde la palabra es un ave sublime que canta, solitaria, la canción de la nostalgia, la belleza y la contemplación. Esta primera edición cuenta con ilustraciones de con ilustraciones de Tabata Bandin:
11
Floripondio bajo la almohada
para soñar
o flootando en la tina
para ser absorbido por los poros
como ventosas
Floripondio en el té, a ver qué pasa
una gota en cada ojo
rellenarse la nariz con sus semillas
Floripondio blanco alrededor de la
lengua naranja, para teñirse la piel
el rosa se mastica
como lo haría una oruga
Floripondio desmayado
colgando sin sentido.
15
Querer medir lo infalible,
lo inmensurable,
intentar rodear lo increíble,
lo infatigable,
lo que contiene más de lo soportable,
lo que no puedo mirar a los ojos
por innombrable,
por temeroso afán de perseguir
lo incapturable,
lo que vive por el incontenible deseo
de apaciguar lo indomable,
lo palpable
y contengo la inquebrantable respiración,
para lograr el equilibrio,
el bípedo sentido de poder controlar
lo incontrolable.
21
Gotas
Goteras
Gaviotas
Gotas
Gotas
Goteando
Gárgolas
Gris
Gotas
Gotas
Graznido
Gorrión
Ganas
Goteando
Goteando
Grava
Gracias
Grande
Gotas
Y gotas
Goteando
Goteando…
24
Un barco que se aleja,
hasta dejar de ser barco,
hasta dejar atrás su huella de mar embravecido
y quedarse con la calma,
con la inmovilidad del olvido,
con la estática piedra del horizonte.
Ese barco de otro tiempo desliza el silencio y como pasajeros lleva miradas,
miradas que cantan la luz extinta,
que cabalgan sobre el monótono oleaje, que sonríen en pos de nada. El barco que se acerca y aleja a la vez, es un punto en el presente,
mientras acaricia, ligero,
el pasado.
28
Fuiste,
veniste,
abriste un hueco,
cóncavo,
convulso;
materia fuera,
nada dentro.
Iluminaste,
irradiaste,
marcaste.
Aventaste lazos al cielo, gritaste en silencio tu nombre, uniste Sol y sombra. Ahora,
difuminas tu opresión de diamante, tu estela uorescente,
tu intriga radioactiva;
coloreaste,
rasgaste,
pasaste…
***
Exaltamos aquello que nos recuerda que estamos vivos: el amor, la tristeza y la poesía son compañeros que siempre van de la mano, de la cabeza…del corazón, por eso te recomendamos algunos Poemas escritos con el lado oscuro del corazón para 7 noches trágicas.