“No concederme el Premio Nobel se ha convertido en un tradición escandiva; desde que nací, nunca me lo han concedido”. Jorge Luis Borges
Alrededor del Premio Nobel de Literatura abunda la polémica; son muchos los nombres imborrables en la Historia que no lograron reunir los requisitos que el estricto jurado exige para merecerlo. Virginia Woolf, Marcel Proust, James Joyce y Jorge Luis Borges son algunos de los personajes que revolucionaron el universo literario y, a pesar de ello, la Academia sólo les colmó de decepción al saberse perdedores de una contienda entre los mejores genios de la palabra.
El escritor argentino más influyente de la literatura latinoamericana fue nominado casi cada año, durante las décadas de los 60 y 70, pero cada vez volvía el sabor amargo de la repetida noticia que lo consolidó como una de las mayores injusticias del Nobel. El máximo galardón de las letras se otorga cada año, los miembros de la Academia, junto con representantes de las organizaciones de escritores y otros galardonados con el Premio Nobel, propone a sus candidatos y el 10 de diciembre de cada año, en el aniversario de la muerte de Alfred Nobel, se realiza la premiación en Estocolmo.
De acuerdo con las reglas de la Academia Sueca, después de 50 años se permite abrir los documentos confidenciales que revelan los candidatos y votos al máximo galardón del reino literario. Así se reveló que Jorge Luis Borges estuvo muy cerca de obtener el Premio Nobel en 1965, entre los otros candidatos que se quedaron a un paso de la gloria ese año destacan Vladimir Nabokov y Pablo Neruda, y el ganador de ese año, el ruso Mikhail Sholokhov, fue elegido de manera unánime. El poeta chileno Pablo Neruda logró la hazaña en 1971 pero Nabokov se unió a las filas de las sinrazones del premio.
Se desconocen las razones exactas por las que Borges no triunfó, pero una de ellas es probablemente la visita que el escritor realizó al general Augusto Pinochet para recibir una medalla, gesto que fue interpretado por el círculo intelectual como una declaración a favor de las dictaduras latinoamericanas.
El legado de Borges se compone de cuentos, poemas y ensayos cortos que han trascendido en el tiempo, su grandeza no radica en la espera del premio que nunca llegó, sino en los nuevos caminos que sus palabras fincaron para la literatura latinoamericana, Borges conoció el éxito de muchas maneras y fue feliz como sólo lo son los valientes, esos que, de acuerdo con el propio escritor “aceptan con ánimo parejo la derrota o las palmas”.
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