El Nihilismo es otra de esas corrientes filosóficas incómodas, así como lo son el Pesimismo, el Anarquismo, el Absurdismo, entre otras. El motivo de esto es que el Nihilismo establece que la vida carece de valor o propósito alguno. Es la negación de uno o más aspectos de la vida y de ahí se ha mencionado entre esas doctrinas filosóficas que no se nos enseñan en las escuelas de manera amplia, ya que puede tener un efecto contraproducente entre los alumnos. Desconozco el alcance de estas doctrinas entre estudiantes propios de facultades de Filosofía, pero cuando nos encontramos con la disciplina en nuestra formación académica, es una de esas corrientes en las que no profundizamos.
Siempre es bueno conocer un poco de historia: El Nihilismo surgió en el siglo XIX y el primero en utilizar el término fue el filósofo alemán Friedrich Jacobi, quien utilizó la palabra “nihilista” para criticar la filosofía idealista de Johann Gottlieb Fichte, Jacobi aseguraba que en su filosofía, Fichte le daba tal importancia y absolutismo al ego, al Yo, que en su extremo subjetivismo negaba la existencia o trascendencia de un Dios. Fue la primera vez que el término se utilizó en la Filosofía. Posteriormente, en 1862, en la novela “Padres e Hijos” el escritor ruso Iván Turguénev popularizó el término para describir a uno de sus personajes: Bazárov, quien se declara como nihilista y su punto de vista choca frecuentemente con el del resto de los personajes. Una novela que todos los estudiantes (o aficionados) a la Filosofía deberían de leer. Kierkegaard fue el siguiente precursor del nihilismo, aunque no fue el término que utilizó propiamente, el filósofo danés establecía que existía un estado que se debía evitar en el que se suprimía la individualidad de tal manera que la unicidad quedaba relegada y era declarada como “no existente” y no se puede afirmar la existencia significativa de algo.
Kierkegaard también afirmaba que el humano debe evitar caer en este estado. Friedrich Nietzsche es un filósofo al que se asocia mucho con el término “nihilismo”, Nietzsche menciona mucho el término y con diferentes significados, todos negativos, pues afirma que el humano busca algo que quiere o necesita pero no lo encuentra en el mundo en el que vivimos, ya sea porque no es lo que esperamos o creíamos que era, o porque de verdad no le encontramos el sentido, así que se sumerge en una crisis que se convierte en nihilismo.
Nietzsche define de la siguiente manera a un nihilista: Un nihilista es un hombre que juzga al mundo por lo que no es y el mundo por lo que no es no existe. Según este punto de vista, nuestra existencia no tiene significado: decir “en vano” es el camino del nihilista”. Ya en el siglo XX el filósofo alemán Martin Heidegger exploró el Nihilismo como la corriente o estado en la que no queda nada del ser en sí. El ser nihilista es apoyarse en un reduccionismo del Ser a un mero valor. La corriente fue muy explorada en la segunda mitad del siglo XX por filósofos tan diversos como Jacques Derrida, Jean-Francois Lyotard, Jean Baudrillard entre otros. Vale la pena mencionar que el Nihilismo surgió como movimiento social en Rusia de 1860, cuando la población inconforme con la situación del país, se reveló contra las autoridades.
Eso es básicamente el Nihilismo a través de los tiempos. No es una doctrina filosófica que nos acerque a una conclusión “feliz” del porqué estamos aquí y cuál es nuestro propósito, pero expone sus ideas al igual que el resto de una manera clave. Y ¿quién puede asegurarnos y probarnos qué está bien y qué está mal en el mundo de la filosofía? Eso es lo apasionante de la filosofía, cada quién cree lo que quiere dentro de todas las posibilidades qué se nos presentan a diferencia de las ciencias exactas en las que los problemas solo nos presentan una solución.
El problema con el Nihilismo es que la cultura popular ha intentado asociarlo a malas costumbres o con malas referencias como el Guasón de Heath Ledger, al que en la película nunca se le menciona como tal, aunque muchos de los análisis posteriores a la película lo consideraron un nihilista.
Ser nihilista no es tomar bombas y atacar la ciudad, tampoco es asesinar porque sí, simplemente es una doctrina que nos afirma que no podemos encontrar sentido alguno a la vida, es la negación de la vida o de sus aspectos fundamentales, pero no es ser un criminal. Existe una gran diferencia; el nihilista niega la vida, no la destruye. Quizá sí, el Guasón de Heath Ledger no creía en la vida, pero sus crímenes no lo hacían nihilista, su actitud hacia la vida sí lo hacía uno.
La doctrina del Nihilismo ha sido escondida por muchas escuelas y colegios de la enseñanza normal del curso de Filosofía por existir un concepto erróneo de la misma. La educación no quiere formar nihilistas porque los confunde con criminales, pero los nihilistas no son criminales ni necesariamente son revoltosos o gente que se levanta contra el sistema, el nihilismo no es un anarquismo. La idea que se tiene popularmente por nihilismo es la que le ha acomodado entre las doctrinas filosóficas que no se deben enseñar a gran escala pero claro que se debería, el nihilismo, estoy seguro, es una filosofía que muchos estarían dispuestos a aceptar. Al igual que el absurdismo no nos intenta responder nada pero a diferencia del absurdismo ya no se cuestiona los propósitos fundamentales de la vida, simplemente los decide rechazar. Y quizás con justa razón, para que quebrarse la cabeza y seguir analizando algo que nunca lograremos entender.
***
Te puede interesar:
Agresividad y Nihilismo en las mejores frases de Tyler Durden
Sexualidad y Nihilismo del Marqués de Sade