Si los analistas que traducen la realidad brasileña al español se sorprendieron con la aparición y el crecimiento exponencial del candidato demagógico-fascista Jair Bolsonaro, la forma elegida para irradiar su imagen todavía no termina de condensarse en el reportorio de categorías teóricas con el que, hasta ahora, suele medirse ese espejismo que llamamos “comunicación política”. Del mismo modo, el contraataque de los partidarios del lulista Fernando Haddad también ha tomado formas y sentidos nuevos tras el resultado de la primera vuelta, que dejó al presidenciable del Partido Dos Trabalhadores en franca desventaja. Con 46% para Bolsonaro y 29 % para Haddad, ambas fuerzas aceleran a fondo y la recta final, que no está exenta de escándalos y golpes bajos, tiene dos carriles: el mano a mano en la calle y la comunicación en redes.
Doble tilde azul al análisis político
Con algunas reminiscencias a la oratoria de Donald Trump, pero erigido sobre una estructura de valores y oposiciones que se enraíza profundamente en la diversa sociedad brasileña, la campaña del exmilitar omitió olímpicamente los medios de comunicación tradicionales y, a diferencia del hoy mandatario norteamericano, se centró en WhatsApp, la red más elegida por los brasileños para acceder y compartir contenidos de la elección.
Hace diez días, uno de los principales diarios brasileños, Folha do São Paulo, reveló cómo empresas locales pro-Bolsonaro habían comprado los servicios de compañías dedicadas a la Big Data para lanzar “disparos masivos” de mensajes con fake news contra Fernando Haddad. El escándalo, conocido en la potencia sudamericana como “Caixa2”, sirve para, en parte, responder a las dudas planteadas por el análisis político. ¿Cómo puede ser que un candidato con ese nivel de violencia fueran tan popular? Desde aquí sostenemos que el fenómeno Bolsonaro es una madeja que no puede desenredarse tirando de un único hilo, pero la ametralladora industrial anti PT que desplegaron firmas especializadas en Big Data como Croc Services, Yacows, SMS Market y Quickmobile es una parte indisociable de ese fenómeno. No se trata sólo de lo que el PT pueda haber hecho durante su gestión, no se trata sólo del asedio mediático de la Red O Globo, principal cadena brasileña, no se trata sólo de la posición del evangelismo conservador a favor del candidato bocón. Es todo eso, todo junto, y más.
Todos los trolls del presidente
Por su puesto que el uso del Zap, como le dicen allá, no corrió exclusivamente por parte de la demagogia violenta, también el PT nadó el pantano del ícono verde e incluso, ya en segunda vuelta, otros partidos y organizaciones sociales y políticas contrarias a Bolsonaro diseñaron una comunicación para contrarrestarlo. Así lo cuenta Javier Laquidara, enviado especial a San Pablo del medio argentino La Política Online: “La aplicación de mensajería tomó un protagonismo inédito en campañas de todo el continente, a tal punto que el equipo de Haddad creó un WhatsApp de campaña para adelantar todos sus actos y usó también ese canal para desmentir de manera constante las fake news. Asimismo el PT creó un grupo llamado “Zap de Lula” para que los mismos usuarios enviaran sus denuncias sobre noticias falsas. En los últimos días, ese partido divulgó que sólo el 8% de las fotos difundidas en campaña fueron reales”.
Asimismo, Laquidara señala cómo “Haddad se apropió de la denuncia y la utilizó como puntal de campaña en la quincena previa al ballotage, incluso con un reclamo judicial para que Bolsonaro, a quién sindicó como líder de una organización criminal, sea corrido del segundo turno por fraude electoral para que en su lugar compita Ciro Gomes, quién salió tercero el 7 de octubre. Además, el discurso del candidato en redes tuvo un giro notable en respecto de la campaña previa a la primera vuelta, cuando se centró prácticamente en que los brasileños lo conocieran como el elegido de Lula. De cara al ballotage apuntó la mayoría de sus intervenciones contra su rival y contra las consecuencias para Brasil que podría tener su llegada al poder”.
Por su puesto que detrás de los respectivos armados digitales de cada fuerza política hay horas-hombre invertidas para que esos mensajes recorran los ocho millones de kilómetros cuadrados de la imposible geografía brasileña. Militancia y Social Media son palabras que ya pertenecen al mismo campo semántico. En un caso, el de la lista impulsada por inversiones de empresas como Havan, esas horas hombre están apoyadas por el uso indiscriminado, y para muchos juristas, ilegal, de información privada de millones de personas. En el otro, se da una concentración de fuerzas políticas inédita, urgente y masiva como nunca se ha visto en la historia de la comunicación política latinoamericana.
Brothers in Zap
Se trata de las cientos de actividades que a lo largo y a lo ancho de Brasil y en todas las redes sociales convocan a concientizar, interpelar, escuchar, conversar y explicar a la mayor cantidad de gente posible por qué Bolsonaro no puede ser el próximo presidente de Brasil.
En términos callejeros, la movilización más simbólica fue la enorme masa de personas reunida el martes pasado en los tradicionales Arcos da Lapa, punto emblemático para todo aquel que alguna vez haya pasado por Río de Janeiro. Asimismo, en San Pablo, Recife y muchas ciudades importantes del país todo aquel que no estuviera de acuerdo con la violencia pregonada por Bolsonaro salió a la calle a manifestarse contra el autoritarismo explícito del diputado.
Ya en el plano digital, Mídia Ninja reunió a dos figuras de la música mundial para llevar un mensaje a favor de la democracia y en contra de los postulados violentos del candidato fundamentalista: Caetano Veloso entrevistó a Roger Waters, que ya se había manifestado en contra de Bolsonaro en su show en San Pablo
Más en el boca a boca -o en el cuenta a cuenta- la campaña principal de cara al ballotage tiene al hashtag #viravoto como piedra de toque. Bajo ese lema decenas de organizaciones de cualquier origen social, orientación política y actividad profesional se unieron para concientizar. Artistas de hip hop y ritmos urbanos, diseñadores, docentes, publicitarios: un sinnúmero de actores salieron a las redes para motivar un cambio de último momento en la elección. El climax del #viravoto fue el último martes, cuando las múltiples corrientes coincidieron en el Día Nacional del Vira Voto.
Pero no solamente en las redes millones de personas se predispusieron a aportar su grano de arena. En distintas ciudades brasileñas, personas contrarias al odio bolsonarista sencillamente se están sentado en la calle para conversar con cualquier que tenga dudas o esté pensando en definir su voto a última hora.
Al cierre de este artículo, Fernando Haddad y su candidata a vice, Manuela D’Ávila, participan de un acto junto a artistas paulistas en la plaza del Teatro Municipal de San Pablo. En simultáneo, marchas en distintas ciudades del país, como la que aquí abajo estaba aconteciendo en Río de Janeiro, convocan a votar a favor de la democracia y contra la violencia. Restaban 48 horas.
Fotografías: Mídia Ninja
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