Toda la vida nos preguntamos si en alguna otra realidad existe una versión distinta de nosotros; una versión que se animó a dar un paso extra, a amar más, a no dejar ir. El hubiera existe en nuestra imaginación y nos atormenta constantemente, como un recuerdo de algo que realmente nunca ocurrió.
En el siguiente poema de Christian Becerra, el Yo poético explora esa realidad en la que conoció el amor y no se permitió dejarlo ir nunca.
Sabiendo que la vida es finita, me acelero.
Suponiendo que Dios existe, me invade la culpa.
Asumiendo que vivir es una ilusión, me desilusiono.
Que me digan que todo va a estar bien, me enferma.
Supongo que nunca sabré de ti, supongo que no es necesario
porque suponiendo que siguieras viva, no podría decirte que te extraño.
Supongamos que te topo en la calle frente a frente, sé que saldría corriendo.
Y aunque vivimos en distintos continentes, creo, me gustaría verte caminar cualquier día de estos, sonriendo.
Si me vieras ahora, estoy tan cambiado.
Me veo distinto, no sé explicarlo.
Me pregunto si aún te gustaría,
si aún sería de tu agrado.
Me imagino que sí, eso quisiera pensar.
Suelo medirme con la vara con la que tú me medirías.
Me califico con tus valores para que, en caso de que te enteraras de mí, supieras que soy un buen hombre.
No, no creo que esté enfermo de recuerdos,
tal vez estoy curado y punto.
Todo mundo vive buscando el amor,
yo lo encontré pero dejé que se fuera.
¿Qué hubiera sido? ¿Y si el hubiera existiera?
¿Y si en otro mundo seguimos juntos?
Tal vez si me muero despierte en aquel universo paralelo.
Supongo que sólo hay una forma de descubrirlo.
**
Si no has superado a tu amor, tienes dos opciones: leer estos poemas para los que no quieren olvidar o tratar de seguir adelante leyendo estos 5 poemas para superar una despedida.