Esta semana te queremos compartir una historia personal de Señorita Lechuga:
Crecí en la frontera y aprendí que los limites se podían romper o desaparecer buscando el lado legal, la vía correcta. Creo fielmente que el amor debe ser así, con fronteras, con cruces de amor, de respeto y también con intención. Amando de esta manera tomé lo mejor de cada uno de los terrenos que pisaba, sembraba algo y dejaba lo mejor de mí, como el que visita y lleva un regalo o unas flores.
Mi primer amor fue así lleno de fronteras que me dejaron cicatrices. Cicatrices que me formaron y que también marcaron la manera en la que veo y siento el amor. Así cada amor le hizo cicatrices a mi cuerpo fronterizo, pero dicen que los huesos y la piel cuando se rompen son más fuertes y de eso agradezco a los amores del pasado.
Ahora despierto y a veces desconozco mi cuerpo, porque cada vez es más fuerte, más seguro y más sabio. Entonces escucho, crezco y me reacomodo dentro de mi cuerpo y la voz del amor cada vez es más clara.
XOXO
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Señorita Lechuga es un dúo conformado por Yolanda Morales y Andrea Chavarín, juntas cuentan sus historias a través de frases e ilustraciones llenas de fuerza, amor, desamor, valentía y coraje. Aprendieron que para el amor, propio y compartido, se debe ser valiente, así que se repiten una y otra vez el mantra: “Se cae, se levanta, se sacude el polvo y se vuelve a enamorar. Sin resentimientos”.
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Tal vez algunas nos encontremos en la búsqueda del amor propio y otras más estén intentando sanar; por eso, estas son las cosas que aprendí cuando me rompieron el corazón.