Revolucionario, poeta, contestatario y exiliado. En esas cinco palabras se podría resumir la vida de Antonio Machado, el escritor que fue parte de una de las generaciones intelectuales más grandes de España, la generación del 98.
Primero fue modernista, posteriormente la filosofía inundó sus escritos y a su paso, dejó un legado repleto de símbolos, metáforas y reflexiones que connotan mucha de la riqueza del idioma castellano. Posiblemente hayas escuchado de él, y no precisamente en un libro; en 1969, a tres décadas de su muerte, Joan Manuel Serrat un compositor, cantante y trovador catalán retomó sus escritos y los convirtió en canciones en un disco llamado Dedicado a Antonio Machado, poeta.
“Murió el poeta lejos del hogar, lo cubre el polvo de un país vecino”. Esto fue una especie de homenaje que el cantautor realizó, en el que ocupó muchas frases de sus poemas y las musicalizó. Esto hizo que Machado fuera conocido en Hispanoamérica, expandiendo los horizontes de sus letras.
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La importancia de este dramaturgo y poeta puede resumirse en estas frases que resaltan por medio de ciertas figuras simbólicas. Toca temas como el romanticismo, la existencia humana y un compromiso cívico firme. Con sus palabras externó todas sus inquietudes sobre la vida, la sociedad y su país mientras éste se encontraba en crisis.
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«Si es bueno vivir / todavía es mejor soñar / y lo mejor de todo, despertar».
«Todo lo que se ignora, se desperdicia».
«Todo necio confunde valor y precio».
« Poned atención: un corazón solitario, no es un corazón».
«Despacito y buena letra, que el hacer las cosas bien, importa más que el hacerlas».
«Hoy es siempre todavía».
«Aprende a dudar y acabarás dudando de tu propia duda; de este modo premia Dios al escéptico y al creyente».
«Dicen que el hombre no es hombre mientras no oye su nombre de labios de una mujer».
«La verdad es lo que es, y sigue siendo verdad aunque se piense al revés».
«Caminante no hay camino / se hace camino al andar».
«Por mucho que un hombre valga, nunca tendrá valor más alto que el de ser hombre».
«Nuestras horas son minutos cuando esperamos saber, y siglos cuando sabemos lo que se puede aprender».
«Peor que ver la realidad negra, es el no verla».
«Los ojos porque suspiras, sábelo bien, los ojos en que te miras son ojos porque te ven».
«En mi soledad he visto cosas muy claras que no son verdad».
«Nadie debe asustarse de lo que piensa, aunque su pensar aparezca en pugna con las leyes más elementales de la lógica».
«Puestos a elegir entre la verdad y el placer de buscarla, eligiríamos lo segundo».
«La alegría consiste en tener salud y la mollera vacía».
«En el corazón tenía la espina de una pasión. Logré arrancármela un día: ya no siento el corazón».
«Cuando nos vimos por primera vez, no hicimos sino recordarnos. Aunque te parezca absurdo, yo he llorado cuando tuve mi conciencia de mi amor hacia ti, por no haberte querido toda la vida».
A lo largo de todos sus escritos Antonio Machado deja muy en claro ciertos aspectos que tomaríamos muchas veces como ciertos o muy cercanos a nosotros. Su visión de nuestro paso por la vida solos o acompañados sigue siendo vigente y ahí radica la importancia de sus letras.