Hay veces que me prometo intentar olvidarte

Hay veces que me prometo intentar olvidarte

Hay veces que me prometo intentar olvidarte

Hay veces que me prometo ya no pensarte.

Me prometo olvidarte, superarte y quizá con esto respirar.

Me prometo ya no pasar por esto de nuevo, apartarme, distraerme y, sobre todo, dejarte ir.

Me prometo que sin ti todo estaría mejor, que al dejarte no es desaparecer de ti, ni tú de mí.

Me prometo que todo está bien, que ya me había pasado, que todo es mental y que las cosas pasan.

Hay veces que me tengo que repetir en alto varias veces que no estoy loca, no estoy loca, no estoy loca, no estoy loca.

Me repito que es normal, no eres a la única que le pasa, no eres tú, ni es él, simplemente es y es normal.

Hay veces que me canso de tenerte, de guardarte aquí adentro y de no querer dejarte ir; y a veces lo hago por un instante, pero ese instante como llegó se va y nuevamente te tengo.

Me canso de necesitar sacar lo que traigo atorado en el pecho.

Me canso de escribirlo porque lo único que logro es hacerte inmortal.

Me canso porque esperar a que el tiempo sane hace más larga la pesadilla.

Hay veces que ya no sé si eres porque te creé o si verdaderamente lo eres.

Ya no sé si lo que traigo es costumbre o verdaderamente me haces falta.

Ya no sé si te quiero de regreso porque sé que no sería lo mismo y no sé si te quiero de otra forma. 

Hay veces que quisiera sólo salir, encontrarte y gritarte todo lo que traigo atorado en el pecho.

Que quisiera borrarte de mi vida por completo y olvidar todo de ti.

Que quisiera dejar de escribir de ti, pero, ¿a quién engaño? Es la única forma que conozco para hacer que las cosas se me pasen.

Que quisiera que estuvieras tú en mi lugar, tú aquí para que entendieras tan sólo un poco mi locura.

Hay veces que no puedo respirar de la angustia que llena mi cuerpo, la desesperación y el miedo a seguir sintiéndome así.

No puedo quitarme ideas de la cabeza que te culpan, te convierten en el villano de la historia.

Pero, al final, hay veces en que recuerdo todo lo bueno, las cosas que me hiciste sentir y lo que me enamoró de ti; y así, todo lo que prometí, todo lo que repito, de las cosas que me canso y de las que que ya no estoy segura se me olvidan; se me olvidan y sonrío y recuerdo y disfruto; disfruto cada memoria porque eso es lo que me queda y a pesar de que despierto sola, sé que eventualmente las cosas pasan.

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Nunca entendemos por qué el amor termina, pero quizá estas 14 frases de William Shakespeare nos ayuden a saber que el amor no está en el corazón.

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Las fotografías que acompañan al texto pertenecen a John Randolph.

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