Cuando la pasión nos envuelve, sólo los besos del otro la pueden calmar, como lo narra Ivonne Méndez en su siguiente texto:
Te he visto andar con calma, con la serenidad de quien sabe a dónde va, y el asombro iluso de quien encuentra magia en cada paso. Te he visto perderte con la ira y las ansias de quien se siente abatido. Te he visto, desde tu pedazo de tierra, amanecer y dedicar cada respiro a hacer de este mundo un mejor lugar. Te he visto sonreír e iluminar a medio planeta. Te he visto dar la mano cuando no te la han pedido para poder auxiliar.
Te he visto avanzar, te he visto hablar, he visto cómo, de a poco, las palabras te llenan la boca y el corazón palpita apresurado por expresar tu pasión, en ese momento la música sale de tu piel y defiendes lo justo, luchas por cada nota, por cada partitura que existe. Te he visto ser ejemplo, te he visto dejar huella.
Te he visto ser amigo, el mejor. Te he visto andar, correr de un extremo a otro, queriendo ganarle al tiempo esa carrera de los días. Te he visto pasar sobre cada uno de los obstáculos y algunas veces te he visto tendido, dispuesto a renunciar, y ahí he visto tu mayor fuerza, levantarte de nuevo a la batalla. Te admiro.
He visto la ternura de tu alma, la maravilla de tu risa. El milagro de tu mirada cuando te nace una idea nueva. He visto lo magnífico de tu ser, que puede apreciar la vida, que se deleita a cada segundo con la bendición de existir. He visto que tu mayor plan es servir, entregar tu esencia y sonreír.
He visto los colores del cielo que me hablan de ti, he visto la luz que entra por mi ventana y ese matiz azul, verde, amarillo que me dicen los mares que surcas. He visto la montaña frente a mí que me dice cuáles territorios estás descubriendo. He escuchado tu voz y adivino los puentes que estás construyendo. He visto cómo te desborda el sentimiento y te dejas llevar. He visto cómo unes instinto y razón para poder actuar. Te quiero.
He visto tus ojos al despertar, llenos de esperanzas. He visto tus manos dispuestas siempre a crear. He visto tu boca alerta, con la madurez de enmudecer o discutir. He visto tu ser sin máscaras, tu abrazo sincero, tus palabras que son mi consuelo. He visto tu música que provoca divagar, que invita a soñar.
He visto tu cuerpo salvaje y puro. He visto tu forma total y te he visto presente, natural. He visto tu sensibilidad y hacerme florecer. He visto fundirse en ti pasión y dulzura en la más espléndida mixtura de placer. Te adoro.
Te he visto hacer mi mundo más brillante. Te he visto acelerar mi corazón. Te he visto hacerme sonreír mejor. Te he visto tomar mi mano y enfrentar el Universo. Te he visto tomar mi alma y crear una galaxia. Te he visto tomar mi cuerpo y llevarme al cielo, en la exquisitez más real que existe. Te he visto tomar mi boca y fundar cosmos fantásticos. Te he visto penetrar mi mente y coexistir dichosos en el andar más sagrado que conozco. Te amo.
He visto tu travesía. Te he visto tanto y siempre pido más…
**
Para acompañar los mejores momentos con tu pareja, estas canciones que te compartimos son mejores que un te amo… Y si quieres sorprenderla, llévale el desayuno a la cama como el hombre perfecto.