El lenguaje inclusivo es una de las propuestas más controversiales en estos momentos. Fuertemente apoyada o criticada, esta nueva forma de lenguaje siempre da de qué hablar cuando sale en la conversación, y tristemente suele ser con una connotación negativa, para burlarse o desacreditarlo por completo.
Prueba de ello es el nulo apoyo que ha recibido de instituciones ‘oficiales’ de la lengua como es la RAE, la cual nuevamente se ha pronunciado en su contra. Pero aunque en el español resulta ser un tema muy discutido, hay otros idiomas en los que no se menciona porque ni siquiera tienen distinciones de género.
La nueva postura de la RAE
Uno de los canales de comunicación donde está más activa la RAE es su cuenta de Twitter, donde constantemente está resolviendo dudas que los usuarios tienen.
Fue aquí donde un usuario les cuestionó sobre el lenguaje inclusivo, preguntando si “¿es una jerigonza o un galimatías?”, términos que significan que un lenguaje es difícil de entender por la impropiedad de sus frases.
Ante esto, la cuenta oficial describió al lenguaje inclusivo como «un conjunto de estrategias para evitar usar el genérico masculino», afirmando además que este genérico masculino es un «mecanismo firmemente asentado en la lengua y que no supone discriminación sexista alguna».
En otras palabras, no es que estén en contra del lenguaje inclusivo, pero tampoco lo reconocen como un uso correcto de la lengua española. Ya una vez mencionó Santiago Muñoz Machado, director de la institución, que la RAE «simplemente explica cómo hablan la mayoría de los hablantes y recoge las normas», así que a menos que la mayoría empiece a usar el lenguaje inclusivo, parece que no tendrá apoyo en el futuro cercano.
Si bien la lucha continúa en el español, hay idiomas que ya lograron cambiarse para incluir géneros neutros en su habla, o que siempre los tuvieron para empezar.
La inclusión en otros idiomas
Algunos idiomas nunca tuvieron ese problema
Si bien ya hablamos de casos de lucha y éxito, también es importante mencionar los idiomas que nunca tuvieron que pelear por mayor inclusión porque ni siquiera tuvieron el problema para empezar.
Son idiomas que desde un principio eran neutros en cuanto a su género, ya sea porque no distinguen entre masculino y femenino, o porque usan otra forma de distinguir los sustantivos que no es el género.
Están las lenguas ugrofinesas, las cuales incluyen al húngaro, el finlandés y el estonio. En ellas, desde un principio no se ha distinguido entre masculino o femenino, sino que optaron mejor por separar sus sustantivos entre animado e inanimado. Así, todo lo animado caería sobre un pronombre similar al “ello” en el español, mientras que lo inanimado recibiría otras palabras.
Por otro lado, tenemos a la lengua vasca, la cual usa palabras neutras debido a su pasado. El lingüista David Marín, parte del equipo de Didáctica de la aplicación de idiomas Babbel, explica que el vasco pudo mantener su idioma neutro gracias a las alianzas que tuvo con los romanos:
«Al ser tan diferentes el euskera y el latín, este último no asimiló el euskera, ni tampoco lo obligó a desaparecer, manteniendo esta importante diferenciación en cuanto al género en comparación con las lenguas latinas, como el español y el francés».
Finalmente llegamos a la lengua quechua, usada en los pueblos originarios localizados en los andes. Aquí, nuevamente no se distingue con pronombres entre mujeres y hombres, y los únicos sustantivos que tienen una diferenciación de sexo son “mama” y “tata”, y “wallpa” y “k’anka”.