La poesía también consiste en imaginar aquello que desearíamos nos sucediera…
Imaginemos que te echo tanto de menos,
sí, tanto como los lobos a la luna llena,
ahora que lo sabes,
volverías a dibujarme en tus pupilas.
Imaginemos que veo tu nombre y se encoge algo dentro de mi pecho,
imaginemos que soy valiente y admito que te quiero,
imaginemos que ya no soy orgulloso y que ya no escribo versos,
porque ya tengo, mi verso.
Imaginemos que puedo volver a verte,
esperándome en la estación de autobuses los jueves
con tu vestido y dos besos.
Imaginemos que tengo todo lo que concuerda contigo,
imaginemos que todos mis días se convierten en un jueves,
imaginemos que te imagino en mi imaginación
e imagínate a ti, niña, en persona bebiendo de mi taza de café dulce
y ordenando mis versos,
sacudiendo mis mañanas.
Imaginemos que tú eres mi imaginación…
**
Si quieres seguir leyendo más poema, te recomendamos “Houston, yo soy el problema” y “Me perduras como una contradicción”.
**
Las fotografías que acompañan al texto pertenece a Hayley Lappin.