Nazis en Ámsterdam
Los testimonios sobre la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto siempre esclarecen los hechos, aunque sigan sin tener sentido. Entre esas voces que plasmaron el terror, muchas son descarnadas, reales y visceralmente conmovedoras. Asimismo, hay toda una gama de libros para entender los sucesos que marcaron la humanidad de una manera irreversible. Todo depende del enfoque y de la finalidad, como si pudiera darse un significado a ese horror… o descifrar un misterio.
La escritora y periodista Mónica Hesse, con su libro La chica del abrigo azul (Nube de Tinta, 2016), compone una historia de “no romance”. Todos los esbozos románticos los opaca la realidad, la guerra, la muerte y, sobre todo, el misterio. La protagonista, Hanneke Bakker, es sólo una niña, pero tres años han pasado desde que las fuerzas del Reich invadieron su país y ahora es la responsable de su casa. Pensaba en el amor y en asistir a la universidad. Ahora sólo piensa en la supervivencia de su familia. Una niña enamorada y con aspiraciones que se ha vuelto contrabandista del mercado negro.
Ámsterdam está ocupada por los nazi y los holandeses están en permanente angustia, sean judíos o no. Sólo pueden comer lo que obtienen con sus cupones de racionamiento, pero hay otras opciones si acuden a contrabandistas como Hanneke, quien puede encontrar salchichas, cigarros, café de verdad y… ¿personas desaparecidas? De eso no está tan segura.
Un día la señora Janssen le pide que dé con el paradero de una joven judía. Se trata de una chica de abrigo azul que permanecía escondida en su alacena y que, inexplicable, desapareció sin dejar rastro. Hanneke enfrenta el dilema de arriesgar su vida por encontrar a la chica antes que lo hagan los nazi, pero de igual forma acepta. Por medio de sus ojos se van develando las entrañas de la Holanda nazi y una trama que mezcla traición, secretos y amor.
Debe haber toneladas de libros sobre la Segunda Guerra Mundial, pero muy pocos con este peculiar enfoque. El año es 1943 y el lugar, como ya se ha señalado, Holanda. En la nación de los molinos y los tulipanes perecieron, según la autora en la nota final, tres cuartas partes de la población hebrea, más que en los países aledaños.
Pero esta historia se centra lo que hay detrás, en la cotidianidad trastocada por la invasión. El resto de los protagonistas son niños que luchan contra un ejército despiadado, no en batallas, sino en la clandestinidad. Estudiantes en contra de la opresión y la guerra. No pueden ayudar en mucho, pero hacen todo lo que pueden. Arriesgan sus vidas para hacer lo terrible menos terrible. La labor que llevan a cabo los personajes está basada en la que realizó el Grupo de Estudiantes de Ámsterdam, quienes salvaron a cientos de bebés judíos durante la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto.
La trama de La chica del abrigo azul se bifurca en varios “desenlaces”. La historia da varios giros inesperados y está llena de engaños, como metáfora del sinsentido y del absurdo. La misma Hanneke lo dice: “(…) en esta guerra nada es lo que parece y (…) he pasado gran parte de ella sin ver lo que tengo debajo de las narices”. Se trata de un libro de lectura ágil, de una escritora que también es periodista, específicamente del Washington Post, por lo que está acostumbrada a basarse en hechos reales. Otro punto a favor del libro es que se construye a partir de hechos, lo que le da un carácter más vívido. La investigación histórica es puntual, como lo es el curso de su narrativa.
Uno de los mejores rasgos del libro es que los personajes no son del todo buenos o del todo malos. En un mundo que parece boca arriba, eso pasa a un segundo plano, en el que cualquier cosa puede ser válida o un claro ejemplo de lo subjetivo. Todos los personajes tienen motivaciones, heridas, amores y, con todo eso, toman decisiones que colindan en el terreno de lo moral y lo amoral: se equivocan, aciertan o se encuentran con desenlaces complejos que no pudieron prever. La chica del abrigo azul contiene historias que atraviesan a los personajes y que hacen experimentar al lector todos los sentimientos que ellos se ven obligados a reprimir.
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Un escritor anhela una gran historia, una que valga la pena contar. José Emilio Pacheco escribió sobre la más grande de todas en Morirás lejos. Una novela perdida sobre el Holocausto, una alucinación sórdida y oscura escondida tras una obra enternecedora.