Barry Gifford es un autor norteamericano que ha consolidado una carrera en la literatura y cinematografía, sus obras más famosas son quizás, aquellas que han tenido la oportunidad de ser adaptadas en guiones cinematográficos bajo la dirección de David Lynch, en el caso de Corazón salvaje y Carretera perdida o Alex de la Iglesia con Perdita Durango.
Gifford comenzó el ejercicio de la narrativa como algo muy natural desde muy joven, debido al estilo de vida nómada bajo el que fue criado.
«Empecé a escribir historias cuando tenía once años de edad, mi padre viajaba mucho y yo vivía en hoteles, conocí a mucha gente y sus culturas, escribía sobre ellos, sobre otras culturas, otra historia y otros tiempos».
Cuando el escritor era niño tuvo la oportunidad de convivir con semínolas, una tribu indígena asentada al norte de Coahuila, Tejas y Oklahoma, a partir de esta relación Gifford conoció a profundidad la historia y cultura de esta tribu. Recientemente Almadía decidió editar La corazonada, una novela basada en hechos históricos sobre los semínolas, Cultura Colectiva tuvo la oportunidad de platicar con Barry Gifford sobre este libro.
La corazonada es una novela de ficción histórica situada en Texas, en el marco del esclavismo y la intervención de ciertos grupos comanches en México que buscan la independencia en el territorio de Coahuila en 1851 creando la primera resistencia estadounidense, Barry Gifford llevó a cabo una ardua labor de investigación para poder apegarse lo más posible a los verdaderos hechos históricos en los que basó esta novela encasillada en el género de western noir.
«En general me llaman la atención las fronteras, no únicamente la que existe entre Estados Unidos y México. Estuve un tiempo en Nacimiento, Coahuila, y en 1997 escribí El pueblo de la frontera; las fronteras son sitios violentos, sin reglas, espacios donde las reglas cambian. Donde la gente se separa y suele enfrentarse a retos que le impiden dar vuelta atrás. Y lo mismo con los desiertos, no es que me llamen la atención precisamente, simplemente que en el caso de la frontera de México con Estados Unidos, se encuentra un gran desierto, he caminado y me he perdido en este desierto, fue una experiencia personal, no necesariamente espiritual».
Foto: Factory MagazineDesde que algunas de las novelas de Barry Gifford han tenido la oportunidad de ser adaptadas para su producción cinematográfica, su ejercicio narrativo cambio, muchas de sus creaciones son pensadas en ser productos literarios y audiovisuales.
«Escribí mis primeros libros pensándolos como libros, no había más. Pero cuando David Lynch se interesó para hacer una adaptación cinematográfica de Wild at heart sí comencé a escribir, no para el cine, pero pensando en que exista una posibilidad. Todo lo escribo pensando en texto, pero es verdad que hay veces que puedo visualizar ciertas escenas, te mentiría si dijera que no. Y es por esto mismo que algunas situaciones en las películas basadas en mis escritos no llegan a cumplir con mis expectativas, pero eso no quiere decir que estén mal, simplemente son visiones diferentes, yo como escritor o guionista y la del director, a todos les pasa».
Foto: FanshareTal es el caso de La corazonada, la cual desde un principio fue escrita junto con su guión cinematográfico, específicamente en el género western. Barry Gifford tenía en mente que esta historia fuese dirigida por algún director clásico de este genero como, John Ford, Howard Hawks o Sam Peckinpah, sin embargo al día de hoy todos ellos están muertos y el western dejó de ser redituable desde hace mucho. Pero el escritor y guionista no se ha dado por vencido y espera que La corazonada pueda llevarse a la pantalla grande bajo la dirección de algún mexicano:
«Me encantaría ver una adaptación en el cine, por supuesto. Cuando escribía La corazonada podía imaginarme cómo se vería, la historia lo pide, realmente creo que es una magnífica idea llevar esta novela a un guión cinematográfico y en este caso me gustaría que fuera un director mexicano, que tenga conocimiento de los hechos que se narran en la novela. Aún no tengo a nadie en mente, tengo que conocer el trabajo de los directores mexicanos, pero definitivamente tiene que haber una adaptación y esta tiene que ser dirigida por un mexicano. Ya habrá tiempo para planearlo».
Por el momento los lectores pueden disfrutar de la aguda y perspicaz narración de estos hechos fronterizos por parte de Barry Gifford en La corazonada, a través de Almadía.
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