«La verdadera originalidad no consiste en encontrar una nueva manera,
sino en adoptar otra visión».
Edith Wharton
La historia de la ciencia y las artes fue escrita por un gran Club de Toby. Por eso no es extraño que la lista de los grandes héroes de la literatura esté monopolizado por hombres. Queremos contarles la historia de una verdadera chingona: #LadyPulitzer
La primera mujer que ganó este importantísimo premio, publicó su primer novela a los 40 años. Se llamaba Edith Wharton. Como Oscar Wilde, empezó tarde su carrera literaria. Ambos crecieron entre la abigarrada realeza de su generación. Los dos la dibujaron con enorme maestría.
Para entender su obra puedes imaginarte Gossip Girl pero con dignidad. Edith fue una infiltrada en la alta sociedad norteamericana que decidió revelarlo todo: nadie fue más lastimado por sus filosas palabras que los nuevos ricos. Cuando hablas cuatro idiomas y mantienes correspondencia con Theodore Roosevelt, reconoces a un farsante al otro lado de la habitación y te permites hacer burlas de una manera provocadora y certera. También te haces fácilmente de enemigos.
Edith Wharton —bisexual, swinger y genial— se burlaba del matrimonio antes de que estuviera de moda. Su libro “La era de la inocencia” habla de una relación rota y los orígenes de esa amargura. Además, ridiculizó a los snobs que vivían en el Nueva York de 1870, presentándolos como una incipiente monarquía empresarial que jugaba a Europa pero olía a Las Vegas.
Celebremos su existencia leyendo “La edad de la inocencia” en Novelistik.
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