A todos los amantes les llega ese día en el que ven con claridad la realidad de las cosas. Ya nada es como antes y una sola persona no puede salvar el amor, algo que es de dos. El siguiente poema de Betsaida Mejía es un homenaje a esas despedidas que, aunque duelan, son la mejor opción.
LA PLAGA DEL AMOR
Hoy es veinticinco de enero y los girasoles murieron.
Ya no hay te quiero ni besos de riego,
ni lluvia que caiga en el suelo reseco.
Sólo sequía que arrasa con nuestros corazones sedientos.
Hoy no habrá fuego que nos calme la soledad y su invierno.
Hoy no habrá detalles que cultiven los sueños de amor eterno.
Sólo volveré a encerrarme en mi infierno,
a recaer en las aguas de alivio y tormento.
Confieso a la noche cuánto te amo,
y a la luna mis poemas le canto,
al cielo sube mi oración empapada de llanto.
Hoy no habrá encanto, la magia se ha acabado.
Hoy la cosecha de nuestro amor se habrá secado.
Juntos descubrimos que era poco lo eterno,
pues suficiente no nos pareció.
La realidad sin piedad fue atravesándonos,
no nos tenemos pero el miedo a perdernos está atormentando,
la plaga del amor está colapsándonos.
Hoy todo habrá terminado.
Hoy al final del día mis sentimientos por ti se habrán esfumado.
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Escribir y leer poesía es una forma de sanar el alma. Si quieres leer más poemas de amor y desamor, te invitamos a que conozcas a los autores de los poemas para los que se resisten a superar las decepciones y los poemas para los que no quieren olvidar.