En China, los pies de loto son lo que en América es la cintura pequeña: una estúpida y nociva imposición “justificada” en “dar gusto” a los varones.
En el siglo X, el vendado de pies era una práctica a la que se obligaba a las niñas para que cuando crecieran, fueran atractivas para los hombres y así las eligieran como esposas. Fuertes cintas rodeaban sus pies impidiéndoles crecer, por lo que no lograban caminar correctamente y traía graves problemas de salud. Sin embargo, esto era considerado un lujo para la clase alta. Inhumano.
Pero, si lo piensas bien, ¿cuál es la diferencia entre esta atroz y deleznable “tradición” y la historia de Cenicienta? En el fondo no mucha.
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¿De dónde surge la historia?
Lo más extraño es que existen versiones de La Cenicienta desde la Antigüedad Clásica. Incluso, los investigadores no se han puesto de acuerdo en definir cuándo y dónde surgió el cuento original —algunos especulan que fue en Egipto en 2514 a. C—. No obstante, una de las más populares es la versión de Ródope, una joven griega que fue raptada por piratas y fue vendida como esclava. Otras mujeres también eran obligadas a trabajar junto con ella, sin embargo, éstas eran siervas, por lo que se burlaban todo el tiempo de su condición. Algunos dicen que se convirtió en amante de hombres poderosos pero después, un halcón robó una de sus sandalias y la llevó al faraón que, al verla, emprendió su búsqueda por ella.
También en China hay una historia similar que se desarrolló durante la dinastía Tang, cuando la pequeñez de los pies estaba directamente relacionada con la belleza y la buena suerte. La historia es básicamente igual salvo porque en lugar de “hada madrina” se trata de un pez mágico que la madrastra mata y devora. Al final, un hombre poderoso rescata a la indefendible mujer y se casa con ella mientras las hermanastras son apedreadas como venganza de Yeh Shen, la protagonista de la historia.
Gracias a Charles Perrault y los hermanos Grimm esta historia llegó a Occidente. Disney tomó partes de ambas, pero por considerarlas “no aptas para niños” ocultó algunas cosas. Contrario a la película, en la historia de los Grimm los bailes duraban tres noches en todos los cuales la joven asistió sin que se conociera su identidad. En la última de ellas— en un acto que hoy en día podríamos considerar aterrador y violento— el príncipe rocía pegamento en el suelo, de esa manera, una de las zapatillas queda pegada en el salón.
Ya sabemos la historia: deambula por el reino para encontrar a la chica de la zapatilla a la que le hará el “honor” de casarse con ella. Al llegar a casa de Cenicienta, las tres jóvenes están presentes. Cuando la primera se lo prueba, el zapato no entra. La madre le ordena que se corte los dedos y ella lo hace. Engañado, el príncipe se marcha con ella pero al paso de las horas, la sangre comienza a escurrir por el zapato, con lo que su trampa es descubierta y la regresa a casa.
La siguiente en probárselo es la otra hermana. La madre, temerosa de que vuelva a pasar lo mismo, le exige que corte la piel de su talón. El resultado es idéntico. Al tercer intento, el padre del príncipe le pide a Cenicienta que se lo pruebe y le queda a la perfección. Es “la elegida”.
Al poco tiempo ambos se casan. Ya una vez en la iglesia, dos palomas acechan a las hermanastras y en un descuido, las atacan y les comienzan a picar los ojos hasta arrancarlos.
«Cuando el príncipe y su novia entraron en la iglesia, las palomas salieron volando de los hombros de Cenicienta y picotearon un ojo de cada una de las hermanastras, hasta arrancárselos», se lee en esta versión.
En cada una existen ciertas cuestiones básicas que permanecen. Todas ellas cargadas de misoginia:
1. Ella, la mujer hermosa odiada por todas las mujeres que, dominadas por la envidia, le hacen la vida imposible
¿Por qué la insistencia en que las mujeres se odian entre sí y que su único lazo sentimental es a través de la vanidad?
2. La madrastra malvada.
¿Por no ser una “madre natural” es sumamente malvada y cruel?, ¿qué es lo que la hace ser automáticamente malvada?
3. El hecho de que las mujeres “hacen lo que sea” —incluso cortarse los pies— con tal de recibir cariño de un hombre.
¿De verdad esa es la única finalidad de una mujer?
4. Y él héroe poderoso que tiene la capacidad de decidir qué mujer desposar —como si estuviera en el supermercado—.
¿Las mujeres son seres sin alma que sólo esperan la llegada de su salvador?
El amor de verdad no implica sacrificio ni dolor. Es horrible seguir creyendo que es necesario cortar nuestros pies para ser “la indicada” para alguien. Que lucharemos contra nosotras mismas hasta la muerte y que nuestro único sentido de vida es la llegada de un hombre.