El poema que se presenta a continuación, escrito por el joven autor Otto Valbuena, resume un pacto del momento detenido en la soledad de una forma bella y sublime, como una contemplación de la belleza en cuanto la imaginación toma el control de la situación.
La espera sola
La soledad lleva tu nombre algunos días
escrito en su piel de hielo
en su oscuridad silenciosa y oportuna
Entonces te pienso y te ilustro en mi mente como un poema
—este tal vez—
hundida en la espera como una muñeca de porcelana que jamás fue comprada
pero yo te llevo conmigo hoy y siempre.
Nadie pasa por la casa ni el teléfono suena
el eco es el eco del eco
entre polvo de fotos que jamás se quedan quietas
el mismo escenario se repite una y otra vez en mis sueños
me lo sé de memoria
esa soledad es tu monumento
tu crisálida de orgullo y firmamento.
Esperas que algo pase
siempre
pero yo te imagino y me escurro en la memoria que también me piensa
y es tu nombre
y es tu casa
y eres tú sola.
*
Las imágenes pertenecen a Matt Kelly.
***
Los amores que están hechos para perdurar en el tiempo soportan cualquier cosa: “Somos la prueba de que el amor verdadero sobrevive a cualquier distancia”.