Este es un viaje de esos en los que las razones se quedan entre el aire y el polvo de las carreteras;
los sueños no existen, son sólo caminos de asfalto trazados para llegar a ningún lado, trazados por un idiota que creía que llegaría a algún sitio. Que podría.
Este es uno de esos viajes.
No. Yo sé esto, yo sé aquí…
La última vez que recuerdo dijimos adiós, ella subía lento uno a uno los escalones que la conducían al interior del vagón.
Ambos miramos atrás.
Ella, mientras el tren comenzaba a avanzar y alejarse.
Yo, quedándome con una porción de su estar, de su piel, de sus labios; diciéndole adiós con una mano y la otra en el bolsillo.
Adiós.
Yo también tenía un boleto.
Pero yo sé esto. Yo sé aquí.
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Las fotografías que acompañan el texto pertenecen a la artista Silvi Grav