Pocas películas de terror terminan sin un final abierto. Basta un solo sobreviviente para que la película se termine y con ella nuestras esperanzas de saber qué pasó después. Quizá una vida normal o violentos episodios de estrés postraumático, nunca lo sabremos, después de haber sido perseguidos por un loco con una sierra, cuchillo o cualquier objeto punzocortante. Si bien para muchas personas esa historia es por de más irrelevante, también es cierto que hay quienes la esperan a toda costa, así lo revelan los fanfictions y finales alternativos que rondan en la red, mismos que le otorgan un cierre redondo a muchas de las historias que terminaron tan de súbito que da la impresión de que fueron cortadas por el mismo asesino que las protagonizó.
Aquellos filmes que pertenecen al género slasher son los que nos hacen reparar en la angustia constante de no saber si es que hubo paz después de una tormenta de asesinatos o si es que ésta se hizo mucho más grande. Títulos como Scream, Halloween, The Texas Chain Saw Massacre y Hatched son las indudables culpables de nuestra inquietud por saber qué demonios pasó después. ¿Será que repetiremos esa maldita pregunta hasta el cansancio o, como muchas otras cosas, terminará por olvidársenos? La respuesta aún no es del todo clara, sin embargo, para quienes no se cansan de cuestionarlo absolutamente todo, la solución está en un solo libro.
De la pluma y la infinita misericordia de Riley Sager aparece Final Girls, que no es otra cosa más que la novela que necesitábamos para tener al menos tres posibilidades de conocer a los sobrevivientes a estas terribles historias. El principal de estos casos el de Quincy Carter, una chica que después del episodio traumático al que la sometió un asesino junto con otras seis personas durante sus vacaciones, decide dejar todo de lado y comenzar una vida alejada del morbo del ojo público, que por mucho tiempo trató de obtener la narración de los hechos de boca de la chica.
Sin importar cuánto trate de evadir su pasado, éste siempre regresa a ella en momentos y situaciones que se vuelven cada vez más difíciles de olvidar, de esta manera la chica va reconstruyendo ese pasado que creyó olvidado y que ahora la persigue provocándole severos traumas que amenazan su estabilidad mental y amenaza la prometedora carrera que se había planteado al iniciar la universidad en la ciudad de Nueva York.
Incluso con la trama previsible del asesino que escapa de prisión para cobrar venganza de quienes lo enviaron allí, la riqueza del texto está en el mar de referencias a las películas slasher de los noventas. Sí, incluso el viejo y racista recurso de hacer que la persona de color muera primero es uno de los ingredientes principales en este libro, que hace una especie de homenaje a dichas películas para recordarnos el papel tan importante que juegan en nuestras vidas. Desde Scream hasta The Cabin in the Woods, este libro podría ser el incentivo perfecto para terminar con el vacío que el slasher deja dentro de nosotros con todos sus finales abiertos.