¿Qué es la ciencia?
La pregunta parece taladrar en las conciencias con el mismo fastidio con el que se resuelve un examen abierto de un tema que no es de interés propio. La respuesta parece formar parte de un párrafo gris e irreductible que lo mismo aparece en Wikipedia que en libros de texto, incapaz de cobrar relevancia alguna.
Para la mayoría, nuestro primer encuentro con la ciencia es abrupto, completamente burdo y acartonado, como quien conoce con extrañeza a un pariente lejano con quien aseguran tenemos mucho en común. La física, biología, historia o cualquier otra ciencia natural o social se presentan ante nuestros ojos en forma de un aburrido libro, un odioso maestro y lecciones que parecen estar hechas con el único propósito de alejar a las personas de la ciencia, una materia que aparece como un cúmulo de complejidades sin aplicación práctica ni afinidad alguna; sin embargo, la ciencia no es menos humana que la filosofía, la literatura o todas las artes.
Se trata de una enorme empresa colectiva, producto del esfuerzo de miles de años de la humanidad para comprender la naturaleza y el entorno que la rodea, pero carga consigo una tarea igual de importante que resolver los grandes misterios del Universo, encontrar la cura a las enfermedades crónicas o contrarrestar los efectos del cambio climático: demostrar que se trata de un tema prioritario y de interés general, no de algo ajeno a lo humano, completamente rígido y lleno de complejas operaciones matemáticas.
La difusión del conocimiento científico choca con la nula habilidad de la mayoría de quienes hacen ciencia para hacer a un lado los términos especializados, evitar la pedantería de la academia y salir de universidades, laboratorios y aulas para generar en el gran público un interés genuino en el quehacer científico, de ahí que la divulgación revista una importancia capital para el futuro, la comprensión y democratización de la ciencia.
Estas son obras que parten de cero para explicar de qué va lo que conocemos como ciencia. Ninguna requiere de un conocimiento previo ni contiene operaciones matemáticas (que no son más que un lenguaje explicativo de la naturaleza, de la misma forma que las palabras explican los sentimientos). El título de la obra de Newton que revolucionó la física moderna, “Principios matemáticos de la filosofía natural” (1687), es una muestra de ello.
La labor de grandes divulgadores es igual de importante que cualquier otro trabajo en el campo científico, porque de ella depende en gran medida despertar en las generaciones venideras la insaciable curiosidad que recorre el cuerpo y hace sentir escalofríos, preguntándose por los más grandes misterios del Universo. Aquí cinco textos sencillos y poderosamente inspiradores para comprender qué es la ciencia:
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“Cosmos” (1980) – Carl Sagan
El guión original de “Cosmos” se escribió a partir de las ideas que Carl Sagan creyó inconclusas en la serie homónima; sin embargo, eso no le resta ningún mérito para ser uno de los textos más inspiradores que jamás se han escrito sobre la ciencia y la comprensión del sitio que ocupamos en el Cosmos.
A través de un viaje que inicia en los albores de la historia, Sagan despliega su capacidad narrativa para hacer de los temas científicos de interés general, la misma que llevó a millones de personas desde los años ochenta a interesarse por las ciencias naturales e incluso dedicarse a su estudio. Su visión sin igual sobre el diminuto momento que ocupamos en la inmensidad del tiempo y la vastedad del espacio hizo de “Cosmos” la obra esencial para entender nuestro espacio en el Universo.
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“A Brief History of Time” (1988) – Stephen Hawking
A través de la explicación sencilla de los más grandes temas cosmológicos, el físico británico más importante de la actualidad se aleja de las formalidades científicas sin perder el rigor para poner en relieve las preguntas más trascendentes de la ciencia moderna: ¿Cómo se creo el Universo? ¿Qué es el tiempo y cuál es su origen? ¿Cuál es el tamaño del Universo? ¿Acaso estamos solos o simplemente lo bastante lejos como para establecer contacto con otra civilización moderna?
El diálogo hacia el lector es ameno y fascinante, a la par que devela la historia de las ideas científicas hasta la actualidad y transporta al pensamiento crítico para preguntarse por los grandes misterios que rodean a nuestra existencia, el pasado y futuro del Universo.
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“El sueño de Kepler” (2005) – John Lear
A Kepler se le considera uno de los científicos que forjó las bases para la Teoría de la Gravitación Universal debido a su contribución sobre las leyes del movimiento planetario. A partir de su invención, los viajes al espacio tomaron una importancia inusitada en el pensamiento del siglo XVII, que soñaba con encontrar otros mundos rebosantes de vida como la Tierra.
El propio astrónomo plasmó esa inquietud y fascinación en “Somnium” (1609), considerada la primera obra de ciencia ficción de la historia, donde Kepler imagina a la Luna como un sitio habitado por selenitas, que miran a nuestro planeta en las noches cálidas de la misma forma que nosotros al satélite, recopilada íntegramente por Lear. La importancia de “El sueño de Kepler” reviste el carácter imaginativo en la ciencia como motor creativo, en palabras de Einstein: “La imaginación es más importante que el conocimiento”.
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“Origins: Fourteen Billion Years of Cosmic Evolution” (2014) – Neil Degrasse Tyson
El astrofísico más famoso de la historia y director del Planetario Hayden del Museo de Historia Natural de Nueva York, desarrolla con su estilo propio un apasionante, ágil y agudo relato sobre el origen de todas las cosas. Antes del tiempo y el espacio, la singularidad cósmica conocida como Big Bang, que creó al Universo, es uno de los distintos temas tratados por Neil con una claridad pasmosa.
El horizonte sobre el que asoma la ciencia no es otro que la condición humana y el camino por satisfacer a su curiosidad innata. A través de comparaciones humorísticas junto con el rigor que exige el pensamiento científico y disertaciones sobre los riesgos que corre la humanidad cuando la ciencia cae en manos equivocadas y los intereses económicos priman sobre la sociedad, Degrasse Tyson traza un completo panorama sobre el horizonte científico en la actualidad.
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“Origin of Species” (1869) – Charles Darwin
Posiblemente no exista lección más clara de la forma en que se construye el conocimiento científico que el viaje de Darwin en el Beagle a las Galápagos y las conclusiones que, después de cumplir con una minuciosa investigación, detalló para conseguir una de las teorías más revolucionarias de la historia, joya de la ciencia moderna: la evolución por selección natural.
A pesar de la polémica con respecto a la competencia entre individuos de una misma especie y las recientes evidencias que ponen en duda el hallazgo, la evolución es un proceso innegable y comprender su formulación desde el punto de vista de un curioso observador como Darwin, es una gran introducción al terreno científico.
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Para más recomendaciones de lectura, toma nota de los 24 libros que toda personas inteligente debe leer según Carl Sagan. ¿Quieres conocer más sobre la historia del pensamiento científico? Mira algunas de las ideas científicas de la antigüedad que fueron desplazadas por la Iglesia.