Hemos oído o leído hasta el cansancio aquella frase de Tolstói que dice “Todas las familias felices se parecen, pero las desgraciadas lo son cada una a su manera”. Nacemos sin elegir a qué familia queremos pertenecer, muchas veces al crecer nos damos cuenta de que todas esas historias secretas o evidentes de cada persona que forma parte de nuestra vida y núcleo, es de lo que estamos hechos, viene en nuestro ADN y no podemos cortar de raíz esa conexión genética que nos une.
Sin embargo, no siempre logramos entender que nuestro madre o padre son personas que también están marcados por lo que experimentaron en la vida, que sus emociones también son iguales a las nuestras, que también tiene frustraciones, que les es difícil aceptar o dejar ir, que la complejidad de la vida también les ha costado trabajo sobrellevar.
Y todavía más, ¿te imaginas que tu padre haya sido un connotado militar peruano, de reputación intachable, pero con una vida personal revuelta? Esto es lo que le pasó al escritor peruano Renato Cisneros, quien hurgó en lo profundo de su árbol genealógico y encontró patrones culturales desde sus tatarabuelos, como la bigamia, el machismo y la doble moral de vivir así. Todo esto los plasma en sus dos libros, pues mientras habla de la historia de sus ancestros paternos también da un contexto de los tiempos de la guerrilla y dictadura en Perú. Por eso, te los recomendamos a continuación:
La distancia que nos separa
La mayoría de las familias guardan secretos que impactan, para bien o para mal, a las generaciones siguientes; sin embargo, ¿qué sucede cuando uno de los principales miembros del universo familiar, como lo es el padre, es también un temido general de una de las dictaduras militares que hace décadas gobernaron regiones de América Latina? En esta novela el autor peruano Renato Cisneros realiza un valiente ejercicio de investigación para remontarse a sus ancestros y, de esa manera, conocer en realidad a su padre, el general Luis Federico “El Gaucho” Cisneros, polémico y temido Ministro del Interior, durante el régimen de Francisco Morales Bermúdez (1975-1980), y, después, Ministro de Guerra, en el segundo gobierno de Fernando Belaunde Terry, para así, reconocerse y entender cómo el recuerdo de su padre lo ha marcado.
“Los universos familiares son, en general, tóxicos, disfuncionales; están cargados de una retórica descafeinada en el que se perdona el pecado pero no el escándalo”, dijo el autor poco antes de dejar su natal Perú para trasladarse a España y radicar ahí por unos años. La distancia que nos separa, publicado por editorial Seix Barral, es resultado de una paciente espera, en la que el autor tomó distancia emocional y años de investigación periodística, precisa y sin adjetivos, que lo llevaron a descubrir una serie de secretos que revelan la disfuncionalidad de su familia, que al igual que otras muchas en América Latina, construyen relaciones tormentosas, pero que también le permitieron conocer más a su padre, ya muerto, y entenderlo mejor.
“Por eso, siento que mi novela conversa con las realidades familiares de mucha gente”, comparte. La intimidad, por muy empapelada que esté por nombres propios, siempre deja traslucir un corazón que resulta universal, y La distancia que nos separa habla de eso, de la dificultad de los hijos para comprender a los padres.
Dejarás la tierra
Cada familia posee una historia particular y está marcada por un contexto social, político y territorial que explica el devenir de sus integrantes. En Dejarás la tierra, Renato Cisneros se adentra hasta las raíces más antiguas de su árbol genealógico para explicarse el devenir de su historia y la del Perú. Después de La distancia que nos separa (Seix Barral, 2015), Cisneros vuelve en Dejarás la tierra con el cierre de la primera historia que nos contó sobre su familia paterna y profundiza en lo que fue de sus tatarabuelos hace doscientos años, cuando Nicolasa Cisneros y el sacerdote Gregorio Cartagena dieron rienda a un amor secreto.
Un silencio antiguo selló durante dos centurias el misterio de una familia demasiado parecida a las tragedias y ambiciones del Perú: Patriarcas decolorados, mujeres sacudiéndose el peso de su tiempo; personas, al fin y al cabo, que han sido rescatadas en este libro para tantear un correlato de individuos que redimensionan la historia republicana del Perú. Dejarás la tierra (Seix Barral, 2017) nos recuerda que las familias están hechas de todo lo que se ocultan y que solo una prosa capaz de atravesar lo visible y lo soterrado puede rastrear el cauce de eso que llamamos identidad.
Si la voluntad de forjarse una estrella propia llevó a Renato Cisneros a escribir La distancia que nos separa, lo que nos entrega en Dejarás la tierra es, al mismo tiempo, el cierre de aquella historia y la confirmación de un narrador capaz de ver el precipicio y dar un paso más.
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