“La invencibilidad está en tus propias manos; que puedas o no vencerlo depende de saber aprovechar sus defectos en tu beneficio”
Sun Tzu, “El arte de la guerra”
¿Maldad? ¿Insolencia? O quizá sólo una cierta dosis de justicia que repara el dolor y nos devuelve la vida perdida ¿Tendrá el odio remedio o sanación? ¿Cómo calmar el remolino de sangre que se cuaja en los pulmones, la bilis que inflama nuestras entrañas, la saliva que espuma en nuestra boca y los puños que se aprietan conteniendo el golpe? Odiar, de la misma manera que amar, puede ser un motivo para vivir y calmar esa sed de justicia.
Todo sentimiento engendra pasiones, y a la vez todas las pasiones deben guiarse como un arte. Al igual que en la guerra, el odio que la causa debe conducirse con una dosis de estrategia, una cuota de sabiduría y finalmente, con mucha furia. El odio, sentimiento tan humano, se convierte en nuestro enemigo potencial y puede acabar por devorarnos, en consumirnos en la búsqueda de una venganza.
La literatura ha convertido a este sentir en inspiración para retratar una de las pasiones más fuertes del alma humana. Regalar a la persona que odiamos un libro como una metáfora de nuestro sentir, puede parecer una idea absurda; sin embargo podemos alimentarnos de estas lecciones para entender que odiar puede ser un sentimiento tan humano, fuerte y pasional como amar, y así, utilizarlo contra el enemigo a nuestro favor.
El odio nos transforma en seres fríos, duros, secos por dentro. Una parte de luz en nuestra vida es consumida por ese sentimiento que busca hacer el mal. Nuestro espíritu se llena de ira cual fieras hambrientas e irritadas, buscamos herir a quien nos ha injuriado. Cuando aquellos que nos causaron ese mal son castigados, una alegría nos invade y es entonces que la venganza cobra sentido, no sólo para devolver el daño, sino para sentir que recuperamos algo de lo que habíamos perdido.
Cuando sentimos que ese odio nos invade, puede ser útil recordar las palabras de estos autores que nos dicen que odiar, además de una maldición que cargamos como un peso doloroso, puede ser una estrategia para sobrevivir a pesar del dolor. Asomarnos a otras experiencias compartidas de dolor, es posible gracias a algunos autores que han hecho obras maestras nombrando al odio, la venganza y al mal como posibilidad de sanar el alma.
“La Iliada”, Homero
Siglo VIII a.C.
https://www.youtube.com/watch?v=FlpyHCN9qK0
El mayor libro de historia de venganzas en la tragedia. En este poema épico podemos ver cómo una guerra se desata por la ira de Agamenón contra Paris de Troya, quien ha robado a su esposa Helena; ambos ejércitos enfrentan a sus mejores guerreros en batalla. La tragedia arrastra al pueblo griego aun drama en el que incluso los dioses acompañan las pasiones humanas. Un libro clave para recordar que el odio, la ira y la venganza no siempre nos salvarán de correr mejor suerte.
“Carrie” , Stephen King
(1976)
Es una novela que fue censurada en las escuelas norteamericanas por su controvertido argumento. Esta historia, planteada como si fuera un caso verdadero, muestra en su estructura documentos como noticias de periódico y cartas falsas que sitúan un desastre: la desaparición de un pueblo a manos de Carrie. Ella ha acumulado maltratos familiares y escolares que gestan en ella un sentimiento de venganza hacia el pueblo. Este es definitivamente un libro que nos hace reflexionar sobre la venganza como móvil de los crímenes más atroces. Junto con Sun Tzu diríamos que es un libro para aquellos que deben entender que el mejor de los guerreros es el que: “sea capaz de lograr la rendición del enemigo sin entrar en combate”.
“Hamlet”, William Shakespeare
(1605)
Una tragedia clásica en la que Hamlet busca venganza después del asesinato de su padre a manos de su tío Claudio; una venganza que viene del inframundo. El fantasma del rey pide a su hijo, el príncipe Hamlet que su muerte sea vengada por sus manos. Una historia donde la venganza, la corrupción y la maldad se combinan para mostrarnos que las pasiones humanas acompañan las historias más atroces entre familias.
Una de las obras clásicas de Shakespeare que nos recordará el dilema entre ser o no ser un asesino: “¿qué es más valioso, sufrir los golpes de la fortuna o tomar rebelde las armas contra ella”.
“Temple de Acero”, Charles Portis
(1968)
La venganza por el asesinato del padre de la protagonista nos lleva por esta historia que ha sido adaptada al cine por el éxito de su temática. Es un relato en el que el código del ‘ojo por ojo, diente por diente’ conduce a los actores a una situación de venganza que refleja espíritus dominados por el coraje. Una obra que muestra que la ley del viejo oeste no siempre es benéfica y quizá sea mejor calmar nuestra furia y no ser derrotados.
“La princesa prometida”, William Goldman
(1973)
La novela que combina elementos de comedia, aventura y fantasía, muestra una historia en la que las venganzas pasionales se desatan. Buttercup al creer perdido a su amado pasa por una serie de aventuras que la llevan a quien cree que es su asesino, el pirata Roberts. Es una historia de mentira, maldad, odio y secretos; esta obra nos recuerda que la venganza puede transformarnos en lo que menos esperábamos si nos dejamos llevar por las pasiones.
“Ciudad del pecado: El duro adiós”, Frank Miller
(1991)
Se trata de una serie de historietas que plantean una ciudad de perdición y pecado, en la que personajes pervertidos se mezclan entre luces y sombras; una ciudad en la que son víctimas y victimarios de sus propios odios y venganzas. Una historia en blanco y negro en la que almas perdidas vagan esperando salir del limbo o el infierno en el que se encuentran. Se ha llevado a la pantalla grande y con ella podemos aprender que la venganza, a pesar de ser calculada, siempre generará historias de destrucción.
“El conde de Montecristo”, Alexandre Dumas
(1844)
Un marinero es inculpado de un crimen que no cometió, dicha acusación le arrebata un prometedor futuro y lo encamina hacia la perdición. Durante su encarcelamiento, Dantés aguarda y acumula fuerzas durante 22 años para enfrentar su escape y venganza con sabiduría. Una historia en la que se revelan secretos, injurias y que nos enseña a ser pacientes para asediar al enemigo.
Recordemos con humildad que en la guerra, como dice Sun Tzu:“Quien alcance la victoria luego de encarnizados combates, tampoco puede ser considerado entre los mejores guerreros, aunque todo el mundo lo vitoree”.
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