“Se miente más de la cuenta
por falta de fantasía:
también la verdad se inventa”.
“Proverbios y Cantares I” de Antonio Machado
Son tiempos difíciles. Actualmente es imposible abrir Twitter o cualquier red social sin enterarse de una horrible noticia y sentir un nudo en la garganta. Cuando Donald Trump ganó la presidencia, diferentes personas comentaron “¡esto se parece a un capítulo de Black Mirror!”, en referencia a cómo sucedió lo que nadie creyó posible. Además de Trump, el mundo entero ha sido sacudido por el odio y los crímenes en su nombre. Es así como nos enfrentamos a uno de los villanos más peligrosos: la incertidumbre.
Con un mes y unos cuantos días, “1984” de George Orwell ha sido el libro más vendido del año; este es el reflejo de una sociedad que se vuelve cada vez más distópica con el transcurso de los días. Una que teme por el futuro mientras observa cómo la realidad comienza a superar a la ficción.
El arte es uno de los mejores consuelos para el hombre, bien lo dijo Gustavo Cerati “pones canciones tristes para sentirte mejor”. A través de la música, el cine, la literatura, la pintura, el teatro y la danza, entre otras, somos capaces de olvidarnos de la realidad por un momento y habitar un mundo mejor. Esto no quiere decir que debamos ignorar lo que pasa en el exterior; sin embargo, si se busca encontrar una fuente para sonreír cuando nada parece estar bien, la respuesta está en el arte.
Te presentamos una lista de libros y películas para recordarnos que no todo puede estar tan mal o, al menos, no por mucho tiempo.
1. “Los días del arcoíris” (2011), novela de Antonio Skármeta
Nico es un joven estudiante con una novia a la que ama, un padre filósofo y un grupo de teatro en la escuela; pero, lo que por un momento parece una vida tranquila, se transforma cuando una tarde éste observa cómo unos hombres enviados por el gobierno se llevan a su padre sin dejar rastro. Nico debe hacer lo posible por encontrar a uno de los muchos desaparecidos víctimas de una dictadura.
“Los días del arcoíris” se desarrolla en el Chile de Pinochet, en la que una desesperanza colectiva pinta las calles de gris. A pesar de ello, ésta es una novela como pocas de las que tratan este tema, es una historia divertida e incluso tierna que logra hacernos reír en distintas ocasiones. Los personajes jóvenes, padres, maestros y estudiantes logran cautivar al lector, ya que de ellos irradian los colores de ese arcoíris.
2. “In the Name of the Father” (1993), película de Jim Sheridan
Esta cinta está ambientada en la Irlanda 1970. Entre conflictos, guerrillas y terrorismo, el país se encontraba en uno de sus peores momentos. Gerry Conlon, interpretado por Daniel Day-Lewis, es encarcelado por un crimen que no cometió. Por lo que debe pasar años en la cárcel junto a su padre, con quien tiene peleas constantes, ya que ambos son poseídos por el enojo, la resignación y querer entender el porqué de las cosas.
Basada en una historia real, esta película nos muestra el lado más cruel del sistema jurídico; sin embargo, nos deja al final con una sensación que sólo puede ser representada con la frase “la esperanza es lo último que muere”.
3. “Matar a un ruiseñor” (1960), novela de Harper Lee
Esta obra es un clásico de la literatura universal; la novela de Harper Lee se narra desde el punto de vista de Scout, una niña de seis años que ve el mundo que le rodea con curiosidad e inocencia. En Maycomb, Alabama, donde habita con su familia, se vive un ambiente conservador y racista. Su padre es Atticus Finch, un abogado con un alto sentido de moralidad y tolerancia. Cuando se le acusa injustamente a Tom Robinson, un joven afroamericano, de abusar de una de las habitantes del condado, Atticus toma el caso y lo defiende de acuerdo a sus principios.
En un mundo lleno de corrupción, Atticus Finch es la figura a la que deberíamos aspirar, alguien que educa a sus hijos con enseñanzas como “nunca conoces realmente a una persona hasta que no has llevado sus zapatos y has caminado con ellos”.
4. “The Truman Show” (1998), película de Peter Weir
Truman Burbank vive una vida común y corriente. Todos los días saluda a los mismos vecinos, compra el mismo periódico y tiene las mismas conversaciones cotidianas al cenar con su esposa. Un día esta normalidad se rompe y Truman se da cuenta de algo increíble: ¿Es real todo lo que está viviendo? ¿Y si en realidad es un programa de televisión visto por enormes audiencias alrededor del mundo?
Jim Carrey hace una entrañable interpretación capaz de conmover a cualquiera; Truman, su personaje, es un hombre “normal” con una bondad tan grande que escasea entre las personas “normales”.
5. “París era una fiesta” (1964), memorias de Ernest Hemingway
“La generación perdida” fue un grupo de escritores estadunidenses que vivieron en París y estaba integrada por Ezra Pound, Scott Fitzgerald, John Dos Passos, William Faulkner, John Steinbeck, entre otros. Todos talentosos, protagonistas de vidas llenas de letras y excesos, sobrevivientes de la Primera Guerra Mundial (incluso algunos lucharon en ella) y la Gran Depresión. “París era una fiesta” es una colección de memorias de Ernest Hemingway y su vida en París, junto a su primera esposa y otros compañeros del mundo literario. Tenían poco dinero y el mundo entero estaba en una época de crisis, pero esto no fue obstáculo para que París fuera una fiesta.
La línea entre realidad y ficción comienza a difuminarse. Nosotros somos los protagonistas de una novela que está en proceso de ser escrita y no sabemos si tendrá un final feliz. Por el momento, nos queda el consuelo de saber que existen otras historias, millones de mundos paralelos mejores que, algún día, tal vez, se lograrán convertir en el nuestro.