Lloraba deseos
lloraba la ausencia de una sombra protectora
y el doloroso vaivén de la vida
quería al amigo
quería el hombro que la cuidara de la guerra
y la presencia fraternal entre el asfalto
ansiaba también las manos
al borde del precipicio tirando de su cabello
jugando al amor entre las piernas
igual que el amanecer
y besos llenos de bacterias
el té derramándose tibio entre las sábanas
rezaba por encontrarse
y ser princesa y ser amante
hablar dolorosamente de las cosas de nadie
mirar minifaldas desde su azotea
cruzaba los dedos
para que la cuidaran de las arañas
para que la salvaran de sus propios demonios
para sonrojarse inocente en la cama
toda llena de saliva y sudor y semen
y pedir un vaso de leche con chocolate
agotada y satisfecha
tirando lágrimas en la línea de su sonrisa.