Leer no ayuda a nada. No tiene ningún provecho cuantificable como lo puede tener, por ejemplo, aprender a manejar o a cocinar. Pero la lectura es una posibilidad de desarrollo interior.
Cuantificación es una idea de voracidad proveniente del mercado que se mantiene a sí mismo en funcionamiento: produciendo y consumiendo. Leer no ayuda a nada que no sea la condición interior, que es imposible de calificar o valorar, pero de la que depende nuestra relación con plurales e incontables aspectos de la vida.
Leer puede ser un actividad que active preguntas que hagan cuestionar relaciones y formas de entender. David Foster Wallace decía que si existe un atisbo de libertad en el ser humano es su capacidad de decidir a qué poner a atención.
Los libros para niños cada día hacen más estrecha la separación que se hace de ellos en relación a los “libros de adultos”. Uno de los libros fundamentales en este giro fue “El principito” de Antoine de Saint-Exupéry, editado por primera vez en 1943, en plena Segunda Guerra Mundial. Su autor nunca se enteró del éxito comercial del libro ya que murió sólo un año después, en una misión de reconocimiento aéreo por la región de Provenza.
A continuación, te presentamos una serie de 10 libros pensados para niños pero que conmoverán a personas de hasta 133 años:
“La historia interminable” (1979), de Michael Ende
Porque el protagonista, Bastian Baltasar Bux, necesita entrar en el propio mundo de la ficción que propone el libro para completar su lectura. A través de este libro podrás vislumbrar lo activa que puede llegar a ser la literatura.
“Camino a casa” (2008), de Jairo Bultrago y Rafael Yockteng
Porque te puede hacer ver que también desde las ausencias se puede crear un camino en el mundo; en este caso es la ausencia del padre la que se representa bajo la aparición de un león en la vida cotidiana de una niña.
“La vida íntima de Laura” (1974), de Clarice Linspector
Porque en la historia de esta peculiar gallina está cifrada en un lenguaje simple, que nunca deja de ser complejo, la convulsa vida interior moderna de la que las personas forman parte poco a poco.
“Cuentos en verso para niños perversos” (1987), de Roald Dahl
Porque se puede vislumbrar que detrás de cada historia conocida hasta el hartazgo hay más posibilidades de narrar y más matices que conocer. Este libro contiene nuevas versiones de Caperucita roja, Blanca nieves y los Tres cerditos.
“Las aventuras de Max y su ojo submarino” (2007), Luigi Amara
Porque cuenta una historia siniestra de una manera luminosa. A la manera oscura y tierna de Tim Burton, nos sumergimos literalmente en el mundo acuático con el ojo derecho de Max, que desde ese momento es capaz de ver el mundo desde dos lugares a la vez.
“Harry Potter y la piedra filosofal” (1997), de J. K. Rowling
Porque el mago más famoso de las últimas décadas es también el niño que va aprendiendo a relacionarse con los demás y a perder el miedo a presentarse tal como es para enfrentar los innombrables e innumerables problemas heredados de sus padres.
“Matilda” (1988), de Roald Dahl
Porque la valentía para enfrentar a quien intenta hacer daño a las personas puede aprenderse desde temprana edad. Matilda es la niña inteligente y tristemente incomprendida por sus padres que sufre maltratos de su profesora hasta que adquiere habilidades mágicas.
“Momo” (1973), de Michael Ende
Porque comprendemos, gracias a la aparición de los hombres grises, que lo más importante que se tiene en la vida es el tiempo. Tener consciencia de ésto puede ayudar a tomar mejores decisiones que te hagan feliz y te mantengan satisfecho.
“El hobbit” (1937), de J. R. R. Tolkien
Porque la historia de Bilbo Bolsón es un espejo de lo que pasaba en el mundo después de haber sufrido la Primera Guerra Mundial; hay una pérdida de inocencia pero no se deja de creer en la paz.
“Donde viven los monstruos” (1963), de Maurice Sendak
Porque enseña a convivir y a descubrir que incluso el lado oculto y oscuro de las personas es una parte importante de ellas. Max visita una isla de donde viven aspectos de él que le molestan y lo hieren, pero aprende a aceptarlos.
Tal vez no sirvan de nada y el discurso que se hace alrededor de los libros sea clasista, pero comenzar desde una temprana edad a cuestionarse como persona y hacerse preguntas sobre qué se quiere y a qué se le pondrá atención,sea una de las actividades a las que debería darse prioridad.
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Si te interesa la lectura deberías conocer los ’10 libros que debes leer para entender por completo la ansiedad’. Tal vez reconociste en esta lista algunos nombres de adaptaciones de películas, indaga más sobre esto con ‘Los libros que inspiraron las películas más esperadas de 2017’.
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