Más allá de su función de entretener, ahora los videojuegos serán creados para posicionarse como herramientas en el salón de clases. Los niños pueden aprender, mientras juegan, cómo disminuir los índices de contaminación y generar empleos, y si algunas de sus decisiones en el juego lleva a una ciudad a la quiebra, su deber es arreglar el problema.
Los maestros seguirán en el salón de clases; no se pretende, bajo ningún motivo, que la inclusión de los videojuegos aleje a los profesores de los alumnos. De cualquier forma, en 45 estados de EU ya aprobaron la implementación de exámenes que están hechos por computadora y que, además, sustituyen el sistema tradicional de opción múltiple por el desarrollo de respuestas, solución de problemas, la elección de varias respuestas correctas –que no distan del todo del sistema tradicional—.
En Reedwook City, California existe una compañía, sin fines de lucro, llamada GlassLab que seleccionó a 110 alumnos para que hicieran pruebas con los videojuegos que se pretenden introducir en las aulas. Todos los movimientos, clicks, el tiempo que pasas en una misma pantalla o escenario se quedan grabados y son utilizados después como guías para saber qué tanta comprensión y aceptación hay en torno al juego.
Es una realidad, que no ha sido del todo explotada y difundida, que si se crean videojuegos, especialmente educativos, las personas aprenden más detalles, conceptos y soluciones prácticas al hecho de tener que memorizar cualquier lección o concepto.
El primer videojuego de GlassLab, SimCityEDU, está enfocado a problemas ambientales; Newton’s Playground fue desarrollado en la Universidad del Estado de Florida, y su función es enseñar conceptos básicos de física tales como: gravedad, energía cinética, mediante dibujos que elaboran los alumnos, de rampas, palancas y péndulos que permiten que una pelota se mueva de un punto inicial a uno final; Surge, creado en Vanderbilt University, hace que los jugadores trabajen con la inercia y aceleración para que una nave espacial pueda avanzar en una pista de obstáculos.
El motivo de la creación de estos videojuegos es que los alumnos puedan hacer la conexión entre los conceptos y la forma en la que los están aprendiendo.
El papel de los maestros seguirá presente en las aulas, de hecho, si alguno de los alumnos tiene dificultades dentro del juego, éste dispara una alerta que notifica al profesor de las complicaciones que tiene el niño, y de esta forma el maestro puede asistirlo para que pueda volver a la dinámica.
Fuente:
http://hechingerreport.org/content/making-the-next-generation-of-educational-video-games_13788/