A veces lo único que necesitamos es tomarnos un respiro y mirarnos fijamente al espejo… o leer les siguiente poema:
Respira.
Profundo.
Vuelve a hacerlo
(nunca está de más una bocanada extra de aire fresco de primavera).
Y ahora que las revoluciones del corazón bajaron
y que el corazón desea una revolución…:
Mírate al espejo,
mírate fijo,
mírate serio,
aguanta,
aguanta un ratito más….
Listo, sonríe.
¿Viste?
El mundo aún no se terminó.
Camina hasta la ventana más cercana.
Revisa que no esté cayendo un meteorito,
¿viste que no hay ninguno merodeando?
Mira hacia la calle, ¿hay zombies?
Mmm no, ¿no?…
Sólo gente mirando celulares, alienados, chocando unos con otros.
Todo sigue igual que siempre…
Tira un un pedazo de carne a la vereda,
¿hay velocirraptors corriendo hacia él?
¡No! (Aún no).
Tomaste decisiones,
algunas duelen
y otras dan vida.
Las segundas, usualmente, no las recordarás,
porque somos humanos y así funcionamos.
Somos auto-destructivos,
alguien nos programó así:
dios, los anunakis, el capitalismo, disney
alguno,
pero no es tu culpa
y ahora que lo sabes…
ese conocimiento es el único que no genera sufrimiento;
ese conocimiento es libertad,
libre albedrío.
Vete al espejo
¿Estás vivo?
¡Bien!
Vuelve a verte… por si las dudas…
(desconfiado).
El mundo es polar,
están el bien y el mal
el día y la noche
la luz y la oscuridad
Cortázar o Borges
Pepsi o Coca.
Hay escasas opciones únicas
como Messi
como John Frusciante…
y como hay amor… también hay miedo/dolor.
Y cuando esos aparecen
usa la alquimia para hacer un potenciador:
un trampolín con bungee jumping.
Respira.
Mírate al espejo.
Sonríe.
¿No funcionó?
Hazte cosquillas.
¿No funcionó?
Canta.
¿No funcionó?
Sácate la lengua.
¿No funcionó?
Ríete de que hiciste todo lo que te sugirió un texto
¿No funcionó?
Haz la revolución….
¿No funcionó?
Pon en el poder a niños, abuelos y perros.
¿No funcionó?
No te creo.
Recuerda:
en ti hay una galaxia,
porque lo que es arriba es abajo,
dijo un viejo egipcio
que lo tenía más claro que el agua…
Y en tus ojos
aún vive el big bang.
Acuérdate de cuando eras chico
Acuérdate de cuando eras viejo
Acuérdate de ese día en el que definiste el amor al sentirlo por primera vez.
Acuérdate de cuando anduviste en bicicleta y te caíste
al mismo tiempo que te acordaste de cuando en una bajada
fuiste inmortal y más rápido que el viento.
Acuérdate de ese beso.
Acuérdate de esa vez que te perdiste para encontrarte,
y pensaste que nunca ibas a llegar…
…hasta acá.
**
Creemos que es imposible dejar ir a la persona que amamos, pero sí es posible desprendernos del amor que sentíamos… por eso te interesará leer “Puedes emprender el vuelo cuando quieras, el amor es pasajero”.
**
Las fotografías que acompaña al texto pertenecen a SueLyn Ang.