El español, tal y como lo conocemos, proviene de la variante vulgar del latín. Sin embargo, es un hecho que este idioma puede ser calificado con un sinfín de adjetivos, pero nunca alguno que lo tache de burdo o bajo. A través de su historia, nuestra lengua se ha ido formando de batallas ganadas y derrotas asumidas con orgullo. Desde que Hispania fue invadida por los pueblos mozárabes, comenzó la gloriosa evolución del idioma que, gracias a la habilidad que el pueblo ibérico tiene de nutrirse de todo lo que le rodea, ha dado origen a una de las tradiciones literarias más grandes de todo el mundo.
Cada país cuenta con una literatura nacional formada a partir de los diferentes autores que describen y defiende su patria a través de las letras. Por otro lado, son todas estas voces las que, con el solo poder de su escritura, le han dado vida a un hermoso gigante que camina imponente alrededor del mundo. Al igual que la lengua misma, la literatura escrita en español es una bestia extraña que se destruye y construye a sí misma tan sólo para convertirse en un ser mucho más hermoso.
¿Que cómo puede estar alguien tan seguro de esto? Sólo basta con darle un vistazo a un par de frases de algunos de los autores más importantes en lengua española para darnos cuenta de que la literatura en este idioma no puede dividirse entre latinoamericana, europea o antillana. Entre los diferentes pueblos de habla hispana crean un discurso universal que persigue los mismos ideales de libertad, amor y fraternidad.
«Es tan corto el amor y es tan largo el olvido».
— Pablo Neruda
«En la bandera de la libertad bordé el amor más grande de mi vida».
— Federico García Lorca
«Yo no hablo de venganzas ni perdones; el olvido es la única venganza y el único perdón».
— Jorge Luis Borges
«Juventud, divino tesoro ¡ya te vas para no volver!».
—Rubén Darío
«Tu cuerpo era el último país donde me derrotaban».
— Juan Gelman
«No, no puede acabar lo que es eterno, ni puede tener fin la inmensidad».
— Rosalía de Castro
«Luego alcancé a comprender que el tiempo nunca se gana y que nunca se pierde, que la vida se gasta, simplemente».
—Almudena Grandes
«La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre».
— Miguel de Cervantes Saavedra
«Lo bueno si breve, dos veces bueno».
— Baltasar Gracián
«Creer que un cielo en un infierno cabe, dar la vida y el alma a un desengaño; esto es amor, quien lo probó lo sabe».
— Lope de Vega
«El secreto de la felicidad, o por lo menos de la tranquilidad, es saber separar el sexo del amor».
— Mario Vargas Llosa
Las cosas podían haber sucedido de cualquier otra manera y, sin embargo, sucedieron así».
— Miguel Delibes
«Mientras dure la vida, sigamos con el cuento».
— Carmen Martín Gaite
«El mayor bien es pequeño: que toda la vida es sueño y los sueños, sueños son».
— Pedro Calderón de la Barca
«Hoy es siempre todavía».
— Antonio Machado
«Libertad es el derecho que todo hombre tiene a ser honrado y a pensar y a hablar sin hipocresía».
— José Martí
«No encerrarán entre murallas mi pensamiento. Resido entre estrellas».
— Benito Pérez Galdós
«Si no te conozco, no he vivido; si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido».
— Luis Cernuda
«Ahora yo no sé si vas a poder leer esta carta, pero igual siento como una necesidad de decirte que yo contigo he sido más feliz de lo que los libros dicen que se puede».
— Eduardo Galeano
«Siempre es levemente siniestro volver a los lugares que han sido testigos de un instante de perfección».
— Ernesto Sabato
«Y aunque no siempre he entendido mis culpas y mis fracasos, en cambio sé que, en tus brazos, el mundo tiene sentido».
— Mario Benedetti
«Como si se pudiera elegir el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en mitad del patio».
— Julio Cortázar
«… Poesía eres tú».
— Gustavo Adolfo Bécquer
«Vivos sin vivir en mí, que tan alta vida espero que muero porque no muero».
— Santa Teresa de Jesús
«Mujer el mundo está amueblado por tus ojos. Se hace más alto el cielo en tu presencia. La tierra se prolonga de rosa en rosa. Y el aire se prolonga de paloma en paloma».
— Vicente Huidobro
«Polvo seré, mas polvo enamorado».
— Francisco de Quevedo
«¿Hay algo, pregunto yo, más noble que una botella de vino bien conservado entre dos almas gemelas?».
— Nicanor Parra
«Hacer el amor en una estrella y sentir que me sobra vida y me faltan brazos».
—Dulce Chacón
«Fuimos fundados por la utopía; la utopía es nuestro destino».
— Carlos Fuentes
«Mi reino por un ‘te amo’, sangrándome en la boca, mi eternidad por sólo dos palabras».
— José Hierro
A través de estas frases nos podemos dar cuenta de cuánto ha evolucionado nuestro idioma, pues no sólo se trata de escritores contemporáneos, sino de todos aquellos que —al menos en su época— marcaron un a diferencia en la manera de escribir y hacer arte a partir de la palabra. En ese sentido, podemos decir que la labor de los nuevos escritores será la de nutrir aun más la literatura en español para que ésta no caiga en un agujero de monotonía y sinsentido.
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