El joven escritor Orlando Leoni nos deleita con otro de sus poemas, un breve pero incisivo texto que se adentra en su propia intimidad y que indaga el deseo como forma sutil del amor, concediendo al detalle una importancia estética y simbólica que encierra las claves de su postura.
Restos
La historia perdona, como el tiempo, su paso por las vidas
las palabras se van quedando rezagadas junto a los hornos
las penas, los olvidos y las guerras del amor
pero los restos jamás se borran
permanecen en la memoria y en la piel
grabados como caricias y besos
sudor en rocío bajo las sábanas
el roce de dos historias que hacen una.
Congrego el suelo bajo mí, hallando en ello el momento injusto
me sirvo en tus manos y desdigo lo hecho
no hay historia que nos convenga salvo en la intimidad
en la noche patas arriba sobre el techo
te espera la ruina del terso velo
que cubre el estero.
Mi tacto es tu amo
y mi fe te invoca como un sueño del cielo
emerges desnuda entre campos de oro
clavando tu esencia en el turbio instante
como si no hubiera otra forma de aplacar la sed
son restos de mí
desperdigados por tu camino
siguiéndote adonde fueres
incluso la muerte.
*
Las imágenes que acompañan al texto son propiedad de Drew Wilson.
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