Jorge Alberto Peláez Thomas vuelve al ruedo con este texto, el cual parte de la concepción de un universo íntimo, originado desde lo literario, que otorga al sentido metafórico un estilo expresivo y rico en imágenes, que desborda los linderos del tema amoroso y lo erótico.
Dicen que el amor es perecedero
Que siguiendo una serie de ciertas técnicas y terapias perfectamente escritas y altamente comprobadas
Uno puede llegar a olvidar todo. ¡Incluso a ti!
Dicen que el tiempo es para mi suerte una especie de bálsamo mágico para curar todo tipo de males, que untando un poco de él en el sabor que aquí traigo de tus besos, mis labios dejarán de sentir esa insana necesidad de nombrarte.
Dicen que el olvido llega y lo atrapa a uno de pronto, que debo buscar otras gentes, que puedo reflejarme en cualquier superficie, que elija de entre cualquiera de las flores, que me bañe en sales de otros mares, que me llene del aroma de otros bosques.
Dicen que no hay amores eternos, que no es cierto que la lluvia tenga música, que entre el viento no viajen las caricias, que mis sueños son de leche y no maduran, que un beso es incapaz de marcar el alma, ¡que el amor no puede hacerse sin tocarte!
Dicen que idilios así yo los invento, que la insistencia puede más que un recuerdo, que una sola palabra no hace un poema, que tu nombre no sirve para hacer versos.
¡Dicen!… ay amor, lo peor es que lo dicen. Y no saben cuántas estupideces dicen.
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Las imágenes que acompañan al texto son propiedad de Luca De Nardo.
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La vida está llena de momentos alegres y altibajos, por eso, cuando experimentes una crisis existencial estos 10 libros te pueden ayudar a superarla.