Octavio Paz es uno de los escritores, intelectuales y diplomáticos más importantes de México, quien nos dejó un gran legado de más de 30 libros que nos abren la puerta para reflexionar sobre política, filosofía y sobre todo poesía. Octavio Paz es considerado uno de los más influyentes escritores del siglo XX, y uno de los más representativos poetas hispanos.
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“El mexicano puede doblarse, humillarse, ‘agacharse’ pero no ‘rajarse’, esto es permitir que el mundo exterior penetre en su intimidad.”
Octavio Paz Lozano, nació en la Ciudad de México el 31 de marzo de 1914. Hijo de Josefina Lozano y Octavio Paz Solórzano, un abogado y periodista que laboraba al lado de Emiliano Zapata, por lo que estuvo ausente durante muchos años en la vida de su hijo. Luego de que Octavio Paz Solórzano se uniera a las filas del Ejército Zapatista, Josefina Lozano llevó a su hijo a vivir a Mixcoac, en la casa de su abuelo Ireneo Paz.
En los primeros dos años de su vida, Octavio Paz sería criado por su madre, su abuelo paterno y una tía en la Ciudad de México, hasta que en 1916 su padre tuvo que irse a Estados Unidos como representante de Emiliano Zapata. Asentados el país americano, Octavio Paz comenzó con sus estudios, pero tuvo que enfrentarse a los primeros retos de su vida en un país en el que desconocía el idioma y la cultura.
La estancia de Octavio Paz en Estados Unidos sería muy corta, pues a la muerte de Emiliano Zapata en 1919, la familia regresaría a la Ciudad de México. Desde muy pequeño, Octavio Paz estuvo muy influenciado por la literatura gracias a su abuelo Ireneo Paz, quien era un abogado, escritor e historiador mexicano, quien lo acercó al mundo de las letras desde muy temprana edad.
Como estudiante de la Escuela Nacional Preparatoria en el Colegio de San Ildefonso -que acababa de obtener la autonomía Universitaria-, Octavio Paz comienza a destacar como un joven y famoso poeta. Su maestro Carlos Pellicer, fue una de las grandes influencias para Octavio Paz, quien sentía una especial predilección por la literatura hispanoamericana, y a quien señalaría años más tarde como al primer poeta moderno que ha escuchado en su vida.
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Tras terminar sus estudios en la Escuela Nacional Preparatoria, ingresó a la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y después en la Facultad de Filosofía y Letras de la misma institución. Tras terminar sus estudios en la carrera de Derecho, Octavio Paz viajó a Mérida en donde comenzó a participar en las misiones educativas organizadas por Lázaro Cárdenas, en donde conoció la explotación que sufrían los campesinos yucatecos, lo que le daría la inspiración para el poema ‘Entre la Piedra y la Flor’.
‘Entre la Piedra y la Flor’, Octavio Paz
(Fragmento)
En el alba de callados venenos
amanecemos serpientes.
Amanecemos piedras,
raíces obstinadas,
sed descarnada, labios minerales.
La luz en estas horas es acero,
es el desierto labio del desprecio.
Si yo toco mi cuerpo soy herido
por rencorosas púas.
Fiebre y jadeo de lentas horas áridas,
miserables raíces atadas a las piedras.
Las mujeres en la vida de Octavio Paz
Las relaciones sentimentales en la vida de Octavio Paz, también formaron parte importante de su historia. En 1938, Octavio Paz contraería matrimonio con la guionista, novelista y escritora Elena Garro a quien conoció cuando ambos eran estudiantes de la UNAM. Fruto de esa relación nacería la única hija del poeta, Laura Helena Paz Garro. Sin embargo, la relación entre Octavio Paz y Elena Garro, poco a poco comenzaría su declive.
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Poco tiempo después de terminar su relación con Elena Garro, Octavio Paz comenzó una nueva relación, ahora con la pintora Bona Tibertelli, a quien conoció durante su estancia en París, con quien estuvo hasta 1965, y después partió a la India como embajador de México hasta 1968, cuando presentó su renuncia en forma de protesta contra las políticas del gobierno encabezado por Gustavo Díaz Ordaz.
Mientras aún mantenía una relación con la pintora Bona Tibertelli, Octavio Paz conoció a su tercer y último amor, la francesa Marie José Tramini, con quien contrajo matrimonio y quien estuvo a su lado hasta el último día de su vida. Esta relación atrajo mucha polémica, pues la hija del poeta mexicano aseguró que la odiaba pese a haber pasado tiempo juntas.
Premios de Octavio Paz
A lo largo de toda su trayectoria, el poeta y ensayista mexicano Octavio Paz fue acreedor de diversos premios por sus escritos y poemas. En 1990, se anunciaba que Octavio Paz de 76 años recibiría el Premio Nobel de Literatura, por su “apasionada obra literaria de amplios horizontes, moldeada por una inteligencia sensual y el humanismo negro”, relataba el diario El País de acuerdo a las declaraciones hechas por la Academia Sueca.
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Entre los premios más destacados se le otorgaron a Octavio Paz encontramos el galardón Xavier Villaurrutia, otorgado por escritores para escritores; la Gran Águila de Oro, del Festival Internacional del Libro; el Premio Miguel de Cervantes de España; el Premio Príncipe de Asturias; y fue reconocido con la gran Cruz de la Legión de Honor de Francia, sólo por mencionar algunos.
Las obras más importantes de Octavio Paz
Entre las principales obras de Octavio Paz podemos encontrar ‘Luna Silvestre’ (1933), la cual es la primera recopilación de sus poemas ya publicados; ‘El Laberinto de la Soledad’ (1950), quizá uno de los trabajos más recordados de Paz, en el que hace una reflexión sobre la identidad mexicana y sus valores culturales, cuyo texto se ha convertido en todo un referente para América Latina.
‘Conjunciones y Disyunciones’ (1969), el cual nace a partir de los constantes viajes de Paz por el mundo, en el que compara las diferentes costumbres de Oriente y Occidente; ‘Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la fe’ (1982), un trabajo biográfico en el que relata cómo una mujer tuvo que rebelarse a su época en la que no se le permitía estudiar o ser reconocida por su trabajo.
‘Libertad bajo palabra’ (1960), una obra dedicada al amor y a la mujer, la cual es una recopilación de poemas divididos en secciones; ‘El ogro filantrópico’ (1979), una obra que analiza el poder del Estado y sus intereses ocultos, tomando como referencia su propia experiencia mientras fungía como embajador de México en la India.
Poemas de Octavio Paz
El extenso trabajo de Octavio Paz, también se ve reflejado en sus poemas y frases, en los que se ven vertidos sus más profundos pensamientos y sentimientos. A través de su poesía plasmó el erotismo, la experimentación y la reflexión sobre cuál sería el destino del hombre. “Escribo sobre lo que he vivido y vivo. Vivir es también pensar y, a veces, atravesar esa frontera en la que sentir y pensar se funden: la poesía”, describió Octavio Paz.
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‘Entre ir y quedarse’, Octavio Paz
Entre irse y quedarse duda el día,
enamorado de su transparencia.
La tarde circular es ya bahía:
en su quieto vaivén se mece el mundo.
Todo es visible y todo es elusivo,
todo está cerca y todo es intocable.
Los papeles, el libro, el vaso, el lápiz
reposan a la sombra de sus nombres.
Latir del tiempo que en mi sien repite
la misma terca sílaba de sangre.
La luz hace del muro indiferente
un espectral teatro de reflejos.
En el centro de un ojo me descubro;
no me mira, me miro en su mirada.
Se disipa el instante. Sin moverme,
yo me quedo y me voy: soy una pausa.
La muerte de Octavio paz
“Sólo si renace entre nosotros el sentimiento de hermandad con la Naturaleza podremos defender la vida.”
Octavio Paz falleció el 19 de abril de 1998, a la edad de 84 años, dejando a su paso un gran legado en el mundo de la poesía y la literatura, pero sus letras se mantienen intactas para recordar su gran legado. Sus restos fueron velados en el Palacio de Bellas Artes, el sitio que alberga algunas de las pinturas más importantes de artistas mexicanos, presidido por el entonces presidente mexicano Ernesto Zedillo.
La causa de su muerte fue a causa del cáncer de huesos que padecía. Sus cenizas fueron depositadas en el patio central del Antiguo Colegio de San Ildefonso -la escuela que lo vio crecer-, al lado de las de su segunda esposa Marie José Tramini. Ambos están justo debajo de un árbol frente al mural ‘La trinchera’ de José Clemente Orozco, según lo confirmó el antropólogo Eduardo Vázquez Martín, coordinador ejecutivo del recinto al diario La Jornada.
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