He estado perdida un sinfín de ocasiones, buscando como quien busca una pequeña puerta en un laberinto enorme.
He derramado lágrimas de rabia, que disfrazan el dolor y la tristeza que siento.
He ocultado mis emociones con una enorme pared de alegría.
He dormido tanto que mis ojos siguen cerrados y se niegan a abrirse.
He ayudado a tanta gente que he olvidado ayudarme a mí misma.
He escuchado tanto la música de otros, que ya no encuentro mi propio sonido.
He querido tanto querer que no he recordado quererme más.
He sido libre, volátil, rebelde y no me he dado cuenta que necesito un ancla.
He escrito mi vida para otros y mis manos ya no se reconocen.
Me he lastimado mucho por no querer lastimar a otros.
He lastimado a otros por dejarme llevar por mi pasión.
He perdido el rumbo, y ahora estoy en medio de la nada.
He creído que lo sabía todo, y ahora más que nunca sé que no sé absolutamente nada.
He usado mi pluma para hacerme cenizas y he terminado escribiendo versos con sangre.
He sumergido mi rostro en el miedo y han aparecido fantasmas del pasado.
He visto caer estrellas que nunca creí que caerían llenas de dudas y confusión.
He usado las nubes como pañuelo.
Me he hundido en el fondo del abismo, pero he salido para decir ya no más.
He muerto, una y otra vez, pero la vida, y sólo la vida, me ha resucitado.
Sé que estoy perdida, pero también sé que para encontrarme, primero tengo que perderme…
***
Las fotografías que acompañan esta publicación pertenecen a la fotógrafa española Lovenenoso, puedes conocer más de su trabajo aquí.
***
Y para continuar conociéndote y reconociéndote, aquí te dejamos la lista de 15 cosas que no hacen las mujeres fuertes, ¿te identificas con alguna de ellas?