Estas letras nos las comparte Fernando Lara; continúa leyendo…
Para una chica pervertidaDe un infame escritor
Oscura tentación de las más sedientas profundidades, háblame sensual sobre la muerte pegada a mi cuerpo. Mi alma como tumba resguarda mis más maquiavélicos pensares. No quiero ya miradas punzantes de nerviosismo calando desde el momento del primer choque de entidades.Monstruo de colores oscuros que tientan con chica de tierno exterior, pero de sonrisa maléfica. Gatuna por igual. Si las flamas de los infiernos son para pecadores y libertinos, pues arderemos, puesto que la noble tierra que está embelesada por moralidad hipócrita una trampa nos ha jugado. Y el tablero serán páginas sedientas de las virtudes del dios Eros.No deseo más sabanas húmedas, atizadas de pensamientos caldeados por una incesante maquinación del incontrolable deseo a la inexplicable esencia de esa mujer que baila al son del éxtasis del fin del mundo. Que danza para enervar mi lascivia, perfumar mi aura, agitar mi pupila y bailar en mi piel, rozándola. Provócame a distancia milimétrica; baila y nunca dejes de bailar. Morir primero que nunca catar tu piel sobre la mía en danza. Estos pensamientos, que más que pensares son flores enfermizas que crecen en mi cráneo, en paramos de desquicio por tu agilidad al respirar cerca de mí, ahora avivan el libido y me hacen querer erigirte un templo con paredes de vino, seducción y letras espesas.
Tu rostro veré en cielos rosados de dilatada atracción hasta que lleguemos al final de este viaje. Que, si al destino llegamos igual que como partimos, entonces merecemos morir por no saber vivir en exceso.Cuando te miré esa noche a los ojos / Encerrabas el misterio del lado oscuro de la luna / Tu sonrisa me dirigía, de manera demencial a tus muslos / ¿Danzabas para olvidar mi presencia, o lo hacías para encajarme en tu magnética esencia? / Había embriaguez en el aire, en los párpados, en las mentes, en las manos, en el deseo incontrolable del pensar / Y, sobre todo, en tu lado oscuro, minina de la noche de ébano / Enséñame, guíame, y, sobre todo, inspírame, ¿a pecar, a olvidar? Eso te lo dejo a ti, a tu mente, a tus dedos, a tus labios y a tus interminables piernas decidir.
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El deseo y sensualidad se viven de diferentes maneras, por esa razón te compartimos algunos Poemas eróticos que harán temblar tus piernas.
