Rubén Bonifaz Nuño (1923-2013) fue un traductor, ensayista y poeta mexicano nacido en Veracruz. También se convirtió en un importante investigador miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, profesor de latín en la Universidad Nacional Autónoma de México y miembro del Colegio Nacional. Los conocimientos de las lenguas clásicas se ven reflejados en su obra. La poesía de Bonifaz Nuño es una mezcla entre la precisión y la técnica de la tradición greco-latina, y la cotidianidad del lenguaje coloquial; como si quisiera llevar lo clásico al día a día de la Ciudad de México. El escritor desarrolló sus propios sistemas de versificación y estrofas para sus poemas. En cada verso se refleja el terrible peso de la cólera, la melancolía y la soledad sin remedio; pero también destellan los rayos de la ternura, el amor y la esperanza. El poema que te compartimos aquí refleja la desesperación hipócrita con la que buscamos compañía, y cómo a veces entre el ruido de una fiesta, entre los hoyos concurridos de la ciudad, es donde más solos y en silencio nos encontramos.
PARA LOS QUE LLEGAN A LAS FIESTAS
Para los que llegan a las fiestas
ávidos de tiernas compañías,
y encuentran parejas impenetrables
y hermosas muchachas solas que dan miedo
—pues uno no sabe bailar, y es triste—;
los que se arrinconan con un vaso
de aguardiente oscuro y melancólico,
y odian hasta el fondo su miseria,
la envidia que sienten, los deseos;
para los que saben con amargura
que de la mujer que quieren les queda
nada más que un clavo fijo en la espalda
y algo tenue y acre, como el aroma
que guarda el revés de un guante olvidado;
para los que fueron invitados
una vez; aquellos que se pusieron
el menos gastado de sus dos trajes
y fueron puntuales; y en una puerta
ya mucho después de entrados todos
supieron que no se cumpliría
la cita, y volvieron despreciándose;
para los que miran desde afuera,
de noche, las casas iluminadas,
y a veces quisieran estar adentro:
compartir con alguien mesa y cobijas
vivir con hijos dichosos;
y luego comprenden que es necesario
hacer otras cosas, y que vale
mucho más sufrir que ser vencido;
para los que quieren mover el mundo
con su corazón solitario,
los que por las calles se fatigan
caminando, claros de pensamientos;
para los que pisan sus fracasos y siguen;
para los que sufren a conciencia,
porque no serán consolados
los que no tendrán, los que no pueden escucharme;
para los que están armados, escribo.
**
La poesía mexicana de la época de Los Contemporáneos marcó un antes y un después no sólo en el género, sino en toda la literatura nacional. Rodolfo Usigli y sus poemas de la muerte, y Rosario Castellanos con su valiente poesía del amor son grandes figuras entre los escritores mexicanos.