Texto por Pablo López Navarro
Te compartimos estos cuatro poemas cortos sobre el amor, desamor, despedidas. Para dedicar a esa persona a la que amas pero con la que ya no puedes estar, porque todo se terminó sin que te dieras cuenta, y cuando pasó, ya era tarde para poder evitarlo.
Se escucha que cae
no me toca,
de tu mano vuelo,
no te veo.
Tejo un verso,
alas de algodón
busca su nido,
tu pecho.
Se escucha que se queja
no acongoja,
me arrullan las hojas de otoño,
que me miran,
no te veo.
Corto un verso
braza del pecho.
Se escucha que truena
te huelo,
ya es 11,
amanezco.
Danzas sobre la fogata,
el humo invasivo,
parpadeo,
se infla el cielo y tiemblo,
cae la cana,
me devuelve al tiempo,
no te veo.
No te siento.
*
Ella allá,
lejos,
donde sabe ser feliz,
donde puede andar con los pies descalzos.
Y yo aquí,
aferrado a su recuerdo,
cargando en hombros arrepentimiento,
de no haberle dicho lo suficiente,
todo lo que por ella siento.
Se fue.
*
Guardarte luto,
como si hubieras muerto,
como si te hubiera exiliado de mi tierra fértil,
como si te hubiera emancipado de mi cerebelo.
Como si en realidad hubiera cometido genocidio
contra el recuerdo de tus besos,
contra el recuerdo de tu cuerpo,
sería un acto hipócrita del intelecto.
Es por eso que decido escribirte estos versos,
que explotan como sangre de mis venas,
que se exprimen de dolor por haberte perdido.
Decirte que te quise,
y que sé que me quisiste,
para que entiendas que me voy adolorido,
que me voy como mendigo:
sin nada más que la mugre de los recuerdos de haberte tenido.
Que sepas del pesar dictatorial que conquistó mi corazón,
por no poder resolver el laberinto
que con creencias erigimos
como abismo entre nosotros.
Que leas, aunque no entiendas,
que la mano de nuestras diferencias aprieta mi garganta
y me deja mudo y medio moribundo,
atolondrado como gaviota que vuela cerca del retumbar de las campanas;
sin ideas,
sin respuestas,
sin ventanas por donde volar.
Desplumado como pavo en sacrificio,
cansado como peregrino de la virgen,
pero con la fe de un perro muerto,
sabiendo que inútiles quedaron mis brazos
y mis labios secos como macetas olvidadas,
carcomidos por una ausencia como la muerte misma:
eterna y sin remedio.
*
Que una persona te ame
significa que dará lo mejor de ella
para que seas feliz,
pero jamás significa que cambiará.
Las personas son como aprendieron a ser
y nos dan lo que saben dar.
Jamás darán algo que no sepan,
por más que digan amarte.
Lo difícil es aceptar que muchas veces,
aunque nos amen,
no son capaces de darnos lo que queremos
o de tratarnos como creemos merecer.
El amor es así.
Si te gustaron estos poemas cortos sobre amor, no dudes en visitar la página de Pablo López Navarro y conocer más de su trabajo, el cual te aseguramos será de tu agrado, pues es un joven totalmente convencido de que el romanticismo “no debe morir”, ideal para aquellos eternos enamorados.
*
Te puede interesar:
Poemas para ti, que estás acostumbrada a que te rompan el corazón
5 poemas de desamor para superar una despedida