Las personas que se aman en realidad nunca se alejan por completo; aún en la distancia, aún después de la muerte del amor, algo queda en ellas de la otra persona, una huella que no se borra por convicción. El dolor detrás de esa huella es explorado por la escritora nicaragüense Claribel Alegría (1924) los siguientes poemas breves; porque a veces la única forma de aliviar el olvido es a través de las letras.
AMOR
Todos lo que amo
están en ti
y tú
en todo lo que amo.
ESTÁS VIVO
Estás vivo en mi pecho
y sólo yo te siento.
Eres el alquimista
que tranforma en poesía
nuestro llanto.
DESHORAS
A veces
pienso en ti
en lo que pudo ser
en tu ternura presa
en las deshoras.
CADA VEZ
Cada vez que te amo
vida y muerte
están presentes:
amanecer
y noche
paraíso
sepulcro.
ERES RECUERDO
No sé si con tu muerte
has quedado a la zaga
¿eres recuerdo?
o has dado un salto
repentino
que yo tendré que hollar
hasta alcanzarte.
YO SIN TI
Yo sin ti
pero contigo
llevando a cuestas
tu muerte.
Mi soledad y la tuya
que ya han cerrado
su escape.
ESE BESO
Ese beso de ayer
me abrió la puerta
y todos los recuerdos
que yo creí fantasmas
se levantaron tercos
a morderme.
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