El amor es azar, es conflicto, es ansiedad. El amor es hablar de algo inconmensurable sin detenernos, aunque las palabras no nos alcancen para darnos a entender. Afortunadamente, poetas como el chileno Braulio Arenas (1913-1988) han logrado capturar, aunque sea en unas cuantas estrofas, la belleza del amor que a veces tiene nombre y rostro, y a veces sólo es una sensación persistente, un nudo en el pecho que nunca se va.
TANTAS LUNAS
Tantas lunas pasadas en limpio
rayas y más rayas tigres y más tigres
y el hotel era lujoso para dormir
Sueños y más sueños besos y más besos
qué quedará de tanta luna
qué quedará de tanta agua de tanta sed de tanto
vaso
Ventana destinada para ti
para que en ella te apoyes más perfecta
tú haces con tu belleza
lo que otros hacen con el cielo
EL CORAZÓN
Tú hablaste del corazón hasta por los ojos
tú hablaste del fuego hasta por la nieve
por ti yo un día me decidí al azar
para encontrarte
Yo he desatado el nudo del azar
—una mañana me decidí de súbito—
y sólo quien haya logrado desatarlo
podrá entenderme.
Yo he desatado el nudo del azar
un nudo astuto, viejo y persistente
Y esta tarea era semejante
a la belleza.
Yo he desatado el nudo del azar
y tú mujer apareciste entonces
mujer azar y azar mujer eran en todo
tan semejantes.
**
Si quieres leer más cuentos sobre el amor, la vida y la muerte, te compartimos este artículo. Además, aquí puedes leer algunos cuentos breves de amor que te abrazarán el alma.