¿Cuántas veces te has enamorado? Hay quien asegura que ni una sola vez ha sentido amor por alguien y no es de extrañarse, ya que no enamorarse es una enfermedad llamada hipopituitarismo que implica a ocho hormonas que produce la glándula pituitaria. Éstas son secretadas en menores cantidades y por lo tanto, al ser esenciales para el amor, al cerebro de la persona se le dificulta sentir algo por alguien.
En cambio, cuando hay un ligero exceso en cuanto a las hormonas secretadas, el amor es inminente y se divide en siete etapas. El amor es una especie de fantasía que se habla en francés. La lengua natural del amor proviene de Europa, donde es complicado que alguien sufra de hipopituitarismo, ya que desde el siglo XVIII los escritores se han obsesionado con todo aquello que implique un acelerado y tórrido romance. Para que explote el sentimiento de principio a fin y nos haga desear cada vez más no hay nada mejor que la poesía, pues además de ser el género literario más adecuado a las emociones, brinda orgasmos literarios y caricias a través de versos que arrancan suspiros.
La poesía francesa se encarga de mostrarnos siete etapas en las que nos enamoramos de una persona y que, más que suspirar, se nos escapa un hilo de vida; las partículas que nos conforman lentamente se adhieren a su corazón y a su mente. Quizá aquella persona no sienta lo mismo, pero aun así es una gran motivación para despertar cada día y sentir menos putrefacción.
Fase 1: admiración
Le ves de lejos, camina cerca de ti y te estremece, ¿por qué? Sigue causando cierta incógnita, pero es quizá la manera en que se mueve, a lo que se dedica, la forma en que habla… O quizá es todo a la vez.
“Soneto”
Charles Cros
No haré versos para ti,
Dama, la más rubia de las rubias.
Conquistarás lo suficiente del universo,
Serás la reina de todos los mundos.
Tus ojos de zafiro, muy abiertos,
Inquietos como las olas
De los ríos, los lagos y el mar,
Vuélveme loco.
Y siempre estoy indefenso ante
Esa boca, rosa de mayo,
Que dice tanto sin palabras,
Que dice la palabra inigualable,
Esa flor deliciosamente desenfrenada,
Floreciendo en París bajo el sol.
Fase 2: atracción física
Sientes que algo extraño pasa, ahora notas que su cabello se ve mejor peinado de lado, sus ojos son realmente lindos y su sonrisa es perfecta. De pronto sientes ganas de besarle y de tocar su nariz con la tuya. La atracción física es inminente.
“Quiero dormir contigo”
Joyce Mansour
Quiero dormir contigo lado al lado
Nuestro cabello entrelazado
Nuestros sexos unidos
Con tu boca en la almohada.
Quiero dormir contigo espalda con espalda
Sin aliento para separarnos
Sin palabras para distraernos
Sin ojos que nos mientan
Sin ropa.
Dormir contigo pecho a pecho
Tensos y sudando
Brillando con cientos de escalofríos
Consumido por la loca inercia eufórica
Estirado en su sombra
Martillado por tu lengua
Para morir en los dientes podridos de un conejo
Feliz.
Fase 3: esperanza
Ya hay contacto visual, la persona que tanto te atrae te ha hecho un par de señales que indican que posiblemente seas de su agrado. Te coquetea e incluso han acordado hacer algo juntos el sábado por la tarde. Empiezas a conocerle y te das cuenta de que probablemente sean más compatibles de lo que piensas.
“Las rosas de Saadi”
Marceline Desbordes-Valmore
Quería traerte rosas esta mañana.
había muchas que quería traer,
Los nudos en mi falda no pudieron sostener tantos.
Los nudos se han reventado. Todas las rosas volaron,
El aire se llenó de rosas volando,
Sostenidas por el viento, en el mar.
Las olas son rojas, como si se quemaran.
Mi vestido conserva el aroma de la mañana,
Recordando las rosas. Oliéndolas en mí.
Fase 4: el nacimiento del amor
En este punto todo pinta más real. Ya hubo contacto físico, besos, y es obvio el gusto de un por el otro. Saben que hay algo que pudiera mutar en verdadero amor. Poco a poco se separan menos, no pueden evitar estar juntos y disfrutan la manera en que se desenvuelven como pareja.
“Soneto XVIII”
Louise Labé
Bésame, vuelve a besarme y bésame otra vez:
Dame uno de tus besos más deliciosos,
Un beso por encima de mis más preciados deseos:
Te devolveré cuatro, más ardientes de lo que pagaste.
¿Te quejas? Bien, déjame aliviar tu dolor
Dándote más besos melosos.
Y como un beso con otro beso felizmente se mezclan,
Regresemos a nuestra alegría compartida otra vez.
Luego se produciría una doble vida para cada uno.
Cada uno vivirá: tú en mí y yo en ti.
Amor, algo loco me viene a la mente:
No soporto vivir comportándome bien
Y no hay ninguna alegría pude realmente saborear,
Al menos el despertar que me dejó atrás.
Fase 5: cristalización
El primer proceso o manera de asegurar tu amor. Comienza a cristalizarse la (muy) posible relación. Ahora hay algo muy sólido o al menos con futuro a la vista. Probablemente ya sean novios, así que su relación podría intensificarse.
“Seguir tus pasos”
Paul Valéry
Nacido de mi tiempo de los que no tienen voz, tus pasos
lentamente, avanzan con gran entusiasmo
Hacia mi cama de expectativas
se mueven en un trance de murmullos, fríos murmullos.
Un ser puro, en forma de sombra divina —
Tu paso deliberado, ¡qué dulce!
¡Dios! cada regalo que me he imaginado
Viene a mí en aquellos pies desnudos.
Tu boca ofrecida
Está lista para calmar
Aquello que ocupa mi pensamiento
Con la sustancia viva de un beso,
Oh acelerar no es un acto de amor,
Rapto donde uno mismo se conoce:
Mi vida ha estado a la espera de ti,
Tus pisadas fueron mi propio latido en el corazón.
Fase 6: reservaciones
Algo ocurre, el amor ya no es igual y aunque sabes que ahí se mantiene un sentimiento genuino, ya no es como al principio solía ser. Todo era bello y te gusta la sensación, pero ahora es algo que poco a apoco se ha ido apagando. La llama no es precisamente la más viva, pero tal vez puedas revivir la relación.
Sin Título
Charles Baudelaire
Tú, a quien adoro como el firmamento de la noche,
Urna de tristeza, hermosa y silenciosa;
Te amo más, porque te apartas de mí
Adornando la noche, pero, con gran ironía
Algo incrementa todo el espacio azul
que alejen el cielo de mi regazo.
Yo salto a tu ataque, trepo al asalto
Como gusanos de cadáver alimentándose ágilmente en la bóveda,
Y acariciándote, bestia implacable y cruel bestia
Hasta ese último frío que mejor me deleita.
Fase 7: trascendencia
En esta parte del romance se definirá si la relación continúa o se ha terminado el amor. Puede que su compatibilidad sea tal que están dispuestos a crear un lazo muy largo y fuerte que perdure en el tiempo. Sin embargo, si por algún motivo se rompe, servirá para darte cuenta de que no era ni tu persona, ni tu tiempo.
“Para ***”
René Char
Por años has sido mi amor,
El vértigo que siento cuando miento esperando
que nada me puede hacer viejo, que tenga frío;
Incluso aquello que esperaba nuestra muerte,
O gradualmente supo luchar contra nosotros,
incluso que somos extraños,
mis eclipses y también mis regresos.
Encerrado como una persiana de madera,
y fortuna extrema y compacta
es nuestra montaña,
nuestro esplendor compreso.
Digo fortuna, o mi otro trabajo;
Cada uno de nosotros recibe
otra parte del misterio
sin derramar su secreto;
Y el sufrimiento que viene de donde sea
encuentra por fin su separación
en la carne de nuestra unidad,
por fin encuentra su camino solar
en el centro de nuestra densa nube
con sus lágrimas y reinicios.
Digo fortuna de la manera en que lo siento.
Han llegado a la cumbre
que mi espera tiene que cruzar
cuando el mañana ya no existe.
El amor llega cuando menos lo esperamos, a veces, es sólo producto de la convivencia constante, en ocasiones se da de manera espontánea, pero siempre será un crecimiento gradual en el que aprenderás de nuevas experiencias y dejarás atrás los miedos. Siempre podrás conocer personas y nuevas personalidades que aportarán a tu vida mucho más de lo que pareciera.
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Conoce las 5 etapas del amor según Soda Estéreo y las 4 etapas del mismo a través de la poesía.
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Referencias
Lithub