Textos por Pablo López Navarro
Vivimos en un mundo en el que las mujeres están acostumbradas a sufrir por amor, a conformarse con recibir menos de lo que dan, a amar con todo pero con miedo, a tener los corazones rotos. Pero la realidad es que no tiene que ser así, por eso te compartimos estos tres poemas que impulsan a las mujeres a buscar su amor propio y no soltarlo, a amar con todo pero ya sin miedo, a levantarse cuando se caen y a no quedarse donde no hay lugar para ellas.
¡CARAY, MUJER!
No le llores a aquel patán que zarpó,
pues no sabía pintarte sonrisas en ese lienzo que llevas por rostro,
no sabía sembrar en ti el amor propio,
no te veía con ojos de haber encontrado las Américas en los 1400s.
Deja de ser tan terca,
te estaba marchitando,
te estaba succionando la vida,
te estaba secando.
Estaba arrancando tus pétalos uno a uno.
Levanta tus raíces,
echa a la tierra la depresión y muévete de ahí.
Sal como roble a exigirle al mundo lo que te mereces.
Un amor que vuele sin viento,
que no vea las copas de los árboles de lo alto que va.
Que sea capaz de embriagarte el odio cuando estés de malas,
que te haga vomitar mariposas verdes, rojas, amarillas, azules y moradas.
Que plante colibrís en toda tu piel con sus labios,
que con sólo un roce despierte al bosque que llevas dentro.
Un amor que se parta el alma cuando el rocío de tus lágrimas amenace con brotar,
que sepa crecer en tu pecho florestas
sin necesidad de untar estiércol.
Un amor que sepa leer en ti esa pulpa de fruta afrodisíaca que llevas dentro,
que vea todo eso que yo, sin conocerte, veo.
*
DAME UN PÉTALO
del rosal de tu pecho
y prometo sembrarlo
en la fertilidad de mi alma.
Prometo regarlo,
protegerlo del frío,
y cuidarlo de la lluvia
hasta que crezca una floresta en mí.
Para ser así,
aquello que siempre
quise ser:
una tierra donde puedas florecer.
*
A ÉL LE GUSTA CUANDO CALLAS
porque estás como ausente,
a mí atúrdeme de tantas palabras,
satúrame el cerebro de tantas expresiones,
lléname el alma con tu voz.
Que ya no me acuerde de cualquier otro sonido,
más que del tuyo cuando das los buenos días,
cuando ofreces amor en una palabra,
cuando hablas,
pero jamas cuando callas.
***
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