“Respetar la libertad de los demás a decir cualquier cosa, por más ofensiva que la consideremos, es respetar nuestra propia libertad de palabra”. – (jurídicas.unam.mx)
2012, época de campañas, elecciones y una nueva administración a nivel federal. Esta vez, la sociedad duda del sistema y de los actores políticos mexicanos. Las propuestas y declaraciones de los candidatos son repetitivas y poco alentadoras. El cansancio y el desgaste social es evidente. ¿Qué se hace en estos casos? Nadie se siente representado, ¿dónde está la democracia?
La libertad de expresión es parte elemental de la democracia, pero los ciudadanos no siempre hacen uso de ella. Y eso es porque vivimos en un país en donde esta garatía es más retratada por la opinión pública; por los diferentes círculos de poder que existen en el país; así como por los medios de comunicación ligados con monopolios y empresas que cada vez vemos más relacionadas (directa o indirectamente) con la iniciativa e interés público y/o privado. La voz del pueblo no está presente, la gente no está saliendo de sus hogares, de sus oficinas, ni de su cotidianeidad para ser escuchada.
Más allá de ser un derecho asegurado por el Estado mexicano, es importante recalcar que la libertad de expresión y manifestación (Artículo 6º constitucional), es una de las garantías internacionales más importantes, ya que es parte de la constante lucha del hombre ante el respeto y validación de los derechos humanos.
“La lucha por la libertad de expresión nos corresponde a todos…”, afirma la página jurídicas.unam.mx, ” …ya que es la lucha por la libertad de expresar nuestro propio individualismo”.
Desde el pasado viernes 18 de mayo hasta el próximo miércoles 23 del mismo mes, se llevarán a cabo en diferentes puntos del país, 27 manifestaciones, donde las ideas y la movilización social serán factor clave para protestar contra el sistema político mexicano. Es un intento para despertar, unir a la sociedad mexicana y hacerla consciente de lo que está pasando en México.
Para el profesor y politólogo Giovanni Sartori, “no basta que la libertad de expresión sea tutelada por el sistema jurídico; también es necesario que no haya temor … quien teme decir lo que piensa acaba por no pensar lo que no puede decir”. Ésta es la segunda ocasión, desde el 68, que el sector universitario a nivel nacional levanta la voz . Durante el mes de mayo, en la ciudad y otras partes del país se han dado pasos importantes dentro del ámbito de esta garantía; usando universidades, calles, plazas y espacios públicos como escenarios para hacer de este derecho (en todas sus formas y manifestaciones), un requisito indispensable para la existencia misma de una sociedad democrática.