En la tumba de Groucho Marx se lee el epitafio: “Disculpe que no me levante, señora”; en la del escritor Oscar Wilde sobresale: “No es que yo fuera superior, es que los demás eran inferiores”, frases alejadas del “Reino de los cielos”. Sin embargo, hay algunos epitafios que recuerdan al todopoderoso en pocas palabras; sobre la tumba Miguel de Unamuno perpetuará la frase: “Sólo le pido a Dios que tenga piedad con el alma de este ateo”, el final lo dice todo.
El epitafio es la frase con la que se conocerá, a perpetuidad, a la persona que descansa. En pocas palabras se debe describir el reflejo de la personalidad o lo que vivió quien yace bajo tierra. Lo importante es su identidad, porque, hasta el final, la vida es un asunto serio.
Pero a pesar de esto, la iglesia de Inglaterra no permitirá que la lápida de un hombre recién fallecido lleve grabada una frase sutil de una canción de The Rolling Stones. La familia de Charles Clapham esperaba usar la frase “It’s Only Rock And Roll” como un epitafio, pero la iglesia rechazó la idea declarándola como frívola.
Clapham fue un padre y, también, músico. Sus restos descansan en la iglesia All Saints en Standon, cerca de Stoke On Trent, Inglaterra. Sus dos hijos esperaban honrarlo con la línea de The Rolling Stones.
Con información de: Rockonfire.mx