Poema escrito por Alejandro Ordoñez
Quisiera decirte que me arrepiento de todo, pero la verdad es que no me arrepiento de nada. Te viviría una y mil veces más y llorarías siempre las mismas lágrimas con tal de compartir de nuevo ese trecho de mi vida contigo.
Me dicen que fuiste un error, pero no estoy de acuerdo. ¿Cómo pensar algo tan horrendo de alguien que en una ocasión fue toda mi felicidad, mi motivo y mis ganas de sonreír? Alguien con quien pensé en futuro y llegué a dibujar historias lejanas de vida juntos, de mañanas en tus brazos y noches enteras sin dormir bajo el abrigo de las estrellas.
Puede que hoy caminemos senderos opuestos, que lo nuestro terminara y no haya mañana alguna para un “nosotros”.
Ambos cometimos los errores que nos han llevado a este punto sin retorno en que ahora nos damos la espalda, confiando en que el mañana consiga curar las heridas que nos hemos dejado.
Pero… no me arrepiento de haberte vivido, quiero que eso lo tengas claro. Que lo nuestro no funcionara pesará siempre en mi corazón, en ese hueco tuyo que nadie ocupará nunca. Ten por seguro que guardaré tu recuerdo bajo llave por si un día la vida nos vuelve a cruzar y decides volver a quedarte.
Ya veremos entonces si es verdad aquello que de los errores se aprende y si es posible que nuestra historia tenga una segunda parte.
Hasta entonces, no te espero. Tuvimos nuestro tiempo y somos pasado. Seguiré viviendo mi vida y mantendré la ilusión intacta.
No te sorprendas si vuelves un día y me encuentras, al fin, feliz en ese amor definitivo que sé que me espera a la vuelta de cualquier esquina.
**
Tal vez cuando entendamos que el amor imperfecto es el único que no nos hace daño, entonces sabremos amar.
**
Las fotografías que acompañan al texto pertenecen a Summer Rae.