Con sólo tres películas en su haber, Luis Buñuel llegó a México como un refugiado político a mediados del siglo pasado: Un perro andaluz (1929), La edad de oro (1930) y Las Hurdes, tierra sin pan (1933).
Con motivo del 30 aniversario de Luis Buñuel se reabrirá la casa que el cineasta ocupó en la capital mexicana, esto tras una segunda etapa de remodelación que se prolongó de mayo de 2012 a julio de 2013, y con la intención de estrechar los vínculos culturales entre España y México. Esta reapertura significa un homenaje a uno de los cineastas más influyentes de la segunda mitad del siglo pasado, quien será recordado en el inmueble este lunes 29 de julio por algunos de sus amigos, así como por representantes del Gobierno español.
Entre las actividades que se tienen planeadas para esta apertura está previsto que algunos amigos del cineasta lean fragmentos de su autobiografía: Mi último suspiro (1982), escrita por Buñuel y su amigo Jean Claude Carriere. También se proyectará el documental Luis Buñuel: un cineasta de nuestro tiempo (1964), de Robert Valery.
A partir de hoy, el centro se convertirá en una residencia para investigadores, en un centro de estudio y formación, y a su vez en un punto de encuentro para creadores cinematográficos iberoamericanos.
La vivienda, comprada a los herederos del cineasta por 400 mil euros (531 mil dólares), buscará revivir en la capital mexicana el espíritu de la Residencia de Estudiantes de Madrid, donde Buñuel conoció a Salvador Dalí y a Federico García Lorca.
En la casa Buñuel vivió desde 1952 hasta su muerte, ocurrida en la capital mexicana, y el lugar fue un espacio de reunión y diversión con sus amigos más cercanos.
Con información de El Universal.