“Todos los besos que no hemos dado y los que no hemos recibido, las sonrisas que no nos han dirigido y la timidez de nuestros amores, ¿acaso no han reforzado y sellado nuestras soledades?”–Ciorán
Fría. No recuerdo cuántas veces habré escuchado esa palabra. Fría. Ahí va de nuevo.
Es cierto que no voy por la vida regalando besos, aunque me gustaría pensar que las sonrisas no han faltado. Una curvatura en labios que cuando se recibe resulta imposible no imitar.
Con labios que juegan y se divierten. Que seducen, que comparten, que comunican…
Labios que abren, que unen, que recuperan. Besos que calientan, que acompañan, que aman.
Fría… Fría es el alma de quien no ve, de quien no da, de quien no recibe.
Fría. No recuerdo cuántas veces habré escuchado esa palabra.