“El primer puente de Constitución y a mis pies
Fragor de trenes que tejían laberintos de hierro.
Humo y silbatos escalaban la noche,
Que de golpe fue el juicio Universal. Desde el invisible horizonte”.
Jorge Luis Borges
Los cuentos de Isaac Asimov cada vez se acercan más a la realidad; los avances tecnológicos han hecho descubrimientos tan grandes que muchas veces se cruzan la línea entre ciencia ficción y realidad. Aquellas cosas que hace 20 años nos parecían imposibles, ahora son tan cotidianas que si viajáramos al pasado sería difícil sobrevivir sin ellas.
De la ciencia ficción de Borges, el proyecto Poetry for robots se cuestiona cuál es el verdadero alcance de la poesía: ¿Es posible enseñarle a robots la cualidad poética del lenguaje humano? ¿Podría una búsqueda de “ojos” llevarnos a imágenes de estrellas? Con estas preguntas arrancó el proyecto Poetry for Robots de la Universidad Estatal de Arizona, que se basa en una conferencia del escritor en la que aseguraba que podía existir un patrón en la creación de las metáforas. El objetivo final de esta propuesta no es sólo que los robots sepan apreciar la poesía o sean capaces de descifrar metáforas, sino que puedan escribir poesía de la misma manera que lo hace un individuo.
Durante la primer etapa del proyecto se pretende que los robots y las computadoras muestren resultados similares a los que se harían si el lenguaje de metadatos fuera capaz de comprender metáforas poéticas. De esta manera, se busca que, si por ejemplo, el usuario googlea palabras como ojos, mujer o ciudad, el buscador sea capaz de mostrar metáforas como estrellas, luna o jungla, respectivamente.
De esta manera, gracias a un sistema de contribución abierta, el buscador realizará una base de datos con poemas que tengan máximo 150 caracteres. Los colaboradores serán los encargados de escribir la poesía y después deberán asociar alguna de las 120 imágenes que el sitio proporciona, que son, en la mayoría, distintos paisajes y ambientes. Después de registrar el poema se conocerá si el robot fue capaz de aprender cómo vemos, describimos y sentimos el mundo.
Si el robot es capaz de cumplir con lo esperado, se realizará la segunda fase del experimento: que los robots puedan escribir poesía. Pero, ¿cuándo nos convertiremos en seres reemplazables? ¿Cuándo se harán realidad las ideas de los escritores y seremos destruidos por nuestra propia creación?
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Puedes contribuir con la base de datos de Poetry for Robots.