La segunda parte de las autobiografías del rock muestran a músicos capaces de llevar su música a los libros, de darle a sus vidas un significado artístico, de mostrar la vida como un hervidero de emociones, sentimientos y situaciones... algunos buenos otros no tanto.
Chronicles (2005) – Bob Dylan
El espíritu de un joven que comienza su carrera en tiempos muy difíciles, pero también muy revolucionarios. Él, acompañado sólo con guitarra, fue capaz de darle voz a un pueblo reprimido, a levantar la voz en temas prohibidos en la música y a demostrar que el pueblo es quien debe pedir y hacer el cambio. Este texto es el número uno de las mejores memorias del rock, expone los primeros años de Bob Dylan, los que han sido inmortalizados en películas y series, pero quién mejor que el propio hombre que vivió los hechos para narrarlo.
Cash (1997) – Johnny Cash
Anterior a Dylan, pero también incomodando a la tradición norteamericana, el hombre de negro escribió la autobiografía que posteriormente fue adaptada a la pantalla grande y que recibió cinco nominaciones a los premios Oscar. Mediando el camino entre la fama y las relaciones personales, la historia del autor de “Ring of fire” es una de las joyas autobiográficas de la lista.
Le Freak (2011) – Nile Rodgers
Quienes lo conocen más allá del último disco de Daft Punk, saben que Rodgers es una institución de la música contemporánea. Sin él, el pop y muchos géneros no serían lo que son. En este libro, el que es un paseo por los lugares más importantes de la escena disco, los nombres más importantes de la industria y una mirada a la vida de Nile Rodgers, permite acercarse al glamour, los excesos, las luchas por sobresalir y los elementos de una época en la que los rockstars eran los reyes del mundo. En palabras de Camron Crowe: “Este es, definitivamente, uno de los mejores libros jamás escritos sobre arte, música, vida y la forma en la que crecemos para ser exactamente quienes somos”.
Moonage daydream: The life and times of Ziggy Stardust (2002) – David Bowie
Donde las palabras y el arte se encuentran, allí debería estar David Bowie. Este multifacético artista no sólo puede hablar de sus distintos personajes, sus distintas vidas y sus distintos universos, puede hacerlo a través de pintura, video, música o literatura. Y mientras más se conoce la vida de este mítico ser, más se conoce la verdadera persona que las máscaras esconden.
Bit of a Blur (2007) – Alex James
Una de las autobiografías del rock más amigables; mientras muchos músicos tuvieron problemas en su adolescencia y su música surgió de lugares oscuros, Alex James muestra una vida feliz antes y después de su vida musical, la que, si bien estuvo llena de excesos, fue sólo durante esa época. De músico a granjero, de bajista a productor de quesos, del brit pop a los grandes periódicos de Inglaterra. Alex James muestra que hay más en la vida que ser un rockstar.
Slash (2007) – Slash
El apetito de destrucción de uno de los guitarristas más grandes de todos los tiempos se conoce cuando, al sufrir una sobredosis, lo que le molesta no es el haber arriesgado su vida al punto de casi perderla, sino el haber arruinado su día libre y gastarlo en una camilla de hospital. De forma introspectiva pero entretenida, Saul Hudson, mejor conocido como Slash, deja una guía de cómo vivir como un rocktar.