Una comitiva proveniente de la región gala llegó a San Miguel de Allende para anunciar un convenio entre el municipio y el Centro de Formación Profesional de Promoción Agrícola de Borgoña, de éste surgieron cinco acuerdos para hacer de San Miguel una zona productora de vino y de enoturismo. Los acuerdos son que el centro de formación deberá capacitar a un grupo de especialistas en vino, de San Miguel de Allende, o de otra región del territorio mexicano, pero que se comprometan a dejar en San Miguel los conocimientos adquiridos en Francia.
El segundo acuerdo es que especialistas de Francia se presentarán en México para recorrer el municipio y buscar los mejores terrenos para plantar la uva, ya que la calidad del vino depende de la geografía y geología del terreno.
La tercera acción será el envío, desde Francia a San Miguel, de formadores con experiencia para capacitar a la ciudad que albergará el proyecto; la cuarta acción es el envío de Sommeliers, gente que cata y sabe de vino, a un curso de tres meses en Francia.
La última acción es la capacitación para tener la mejor imagen del vino de San Miguel, ayudándose de gente experta para hacer que la región tenga presencia en el mapa del vino en el mundo.
La comitiva, que llegó a San Miguel, está integrada por Nasser El Momoune, consejero comercial de Francia en México; Thomas Beaularon, representante del Consejo Regional de Borgoña en América Latina; Claire Escamez, adjunta del agregado de cooperación técnica de la embajada de Francia en México y el representante del gobierno del estado, Miguel Ángel Rodríguez, director general de innovación y modas de la Secretaría de Desarrollo Económico Sustentable. Todos ellos coincidieron en que el proyecto de volver a San Miguel una zona vitivinícola crece rápidamente.
El presidente del Consejo Turístico de San Miguel, Ricardo Garrido, destacó que el presidente, Mauricio Trejo, ha luchado por hacer proyectos que tengan resultados económicos, sociales, ecológicos y sobre el desarrollo armónico del municipio.